Santos Mercado Reyes on 12 Nov 2000 19:14:30 -0000 |
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[nettime-lat] Son reformables las universidades burocráticas? |
Estimado Luis Hunberto Le envío un texto esperando le sea útil en sus análisis sobre las instituciones educativas. Un saludo Santos Mercado ¿ES POSIBLE REFORMAR LA UAM? Santos Mercado Reyes “Las universidades burocráticas han quedado fuera de contexto, más aún marchan en dirección opuesta al rumbo actual del país” Para comprender este fenómeno hay que ubicarnos un poco en la historia de los últimos tiempos. El siglo XIX podría decirse que fue un período de ensayo capitalista. Se empezaban a tomar seriamente las ideas del Adam Smith quien en su libro “La riqueza de las Naciones” recomendaba menos control estatal y más libertad al talento emprendedor del individuo. Allí donde se aplicaron sus ideas, principalmente en Estados Unidos e Inglaterra, el comercio y la producción floreció. Aparecieron los grandes hombres de empresa, los creadores del automóvil, del ferrocarril, de la electricidad, etc. y la gente que entró en contacto con esa dinámica pudo disfrutar de niveles de bienestar que la época feudal y de esclavitud nunca pudieron ofrecer. Como una reacción, surgieron las ideas que condenaban todo ese mundo de esplendor, crecimiento y bienestar. No era fácil comprender el origen de la riqueza, del crecimiento y desarrollo que estaba aportando el capitalismo. Algunos pensaban que se trataba simplemente de la buena suerte de los norteamericanos, otros (como Carlos Marx) conjeturaban que se debía a la explotación de los empresarios contra los trabajadores y de allí su receta de eliminar a los hombres de negocios y a la propiedad privada. Ante un mundo lleno de ignorancia, Marx ganó adeptos y para principios del siglo XX nacen los primeros intentos de crear economías anticapitalistas, centralizadas donde todos los medios de producción fueran manejados por un centro, llámese partido, buró o dictador. Se abolieron los negocios, las fábricas fueron expropiadas por el gobierno y los hombres se transformaron en trabajadores del Estado. Así es como nació la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS), la Alemania de Hitler, la China de Mao, la Cuba de Fidel Castro, etc. México no fue la excepción. La Revolución Mexicana iniciada en 1910 destruía el desarrollo económico de tres décadas emprendido por Porfirio Díaz. Con la Constitución Mexicana de 1917 se reafirma el carácter socialista del Estado Mexicano. Desde entonces, se sientan las bases políticas y económicas para colocar al Estado como el dueño de la tierra, los recursos del subsuelo (petróleo, minerales, agua, etc.), el gobierno se arroga el derecho de construir el monopolio estatal de la electricidad, de las comunicaciones y de la educación. Para proteger este proyecto centralizador, el Estado construye un partido político cuyo poder casi absoluto genera las condiciones necesarias a su proyecto económico. Así México, sin decirlo abiertamente se subía al tren socialista de las economías centralizadas y monopólicas. Incluso los países que habían logrado un alto desarrollo económico y de bienestar a base de liberalismo económico, se sumaban irresistiblemente a la ola socialista. Así, por ejemplo, el gobierno de los Estados Unidos inicia un proyecto estatizador a través del control de los sistemas financieros. Crea en 1913 el Fondo de la Reserva Federal (FED) provocando la gran crisis de 1929. Luego, “para salvar al capitalismo” profundiza su intervención en la economía mediante el New Deal de Roosevelt y así siguió hasta la entrada de Ronald Reagan. Toda esta ola centralizadora, anticapitalista, fascista, socialista o nazi, en realidad significaba revivir el cadáver del feudalismo o del viejo esclavismo para sustituir al gran Rey por un ente burocrático gubernamental modernizado. Bajo este centralismo los centros de producción, las fábricas o el campo quedaron en manos no del empresario sino de la burocracia estatal que debía cumplir con los planes y programas del centro rector. Lo mismo con las escuelas y universidades, todas, quedaron en manos de la burocracia estatal que cuidaba de aplicar y educar a la población de acuerdo a la filosofía del Estado. Dicha filosofía implicaba formar a la gente como obedientes servidores del gobierno, es decir, gente con mentalidad burocrática. En otras palabras, había que destruir la conciencia de independencia, la actitud emprendedora para no romper con los planes centralizados del gobierno. Naturalmente solo el gobierno podía construir escuelas y universidades y decidir quién podía estudiar, a quién darle un título y a quién colocarlo en puestos de dirección. La estrategia consistía en dominar la mente de toda la gente. Todo parecía perfecto, Lenin desde su tumba sonreía al ver que todos los individuos se transformaban en empleados del Estado, en burócratas del gobierno, tal como él deseaba. Pero nadie puede dominar a todos, todo el tiempo. El sistema centralizador empezó a colapsarse: La rebelión húngara contra los comunistas soviéticos, la caída del Muro de Berlín, la desaparición de la URSS, la muerte del bloque socialista, etc. Hoy en día ya nadie quiere hablar de socialismo, ni siquiera el subcomandante Marcos. Ante el fracaso de los diversos centralismos, muchos intelectuales y gobiernos han caído en cuenta que es mejor volver a los sistemas de libertades económicas, retomar un capitalismo donde se pueda poner libremente en juego la iniciativa, la creatividad y sentido de negocio de la gente emprededora, siempre y cuando prevalezca el respeto a las propiedades y derechos de los demás. Se trata de enterrar los sistemas autoritarios para volver a los sistemas de libertad personal. Por eso, ahora hay una lucha dura y profunda por eliminar los esquemas fascistas, derechistas, nazis, izquierdistas, socialistas, populistas, sindicalistas y todo lo que huela a centralización o dictadura. Pero también hay intelectuales que andan perdiendo el tiempo en la búsqueda de la tercera vía. En México, el proyecto centralizador empezó a desmoronarse, digamos, en 1982 con Miguel de la Madrid. Las empresas del gobierno fueron pasando a manos privadas, se comenzó a eliminar las trabas burocráticas que impedían que la gente emprendiera negocios. No se avanzó mucho pues la alta burocracia aprovechaba a su favor las prohibiciones y restricciones. En 1988 Carlos Salinas retomó la línea de liberalización económica, apertura al capital extranjero, privatización, etc. Pero dejó intactas muchas estructuras autoritarias (la educativa, entre otras), que ahora le condenan sin descanso. Bajo el Gobierno de Ernesto Zedillo tampoco se avanzó mucho pero tuvo la gran virtud de quitarle el poder político al partido que mantuvo la “dictadura perfecta” por más de siete décadas. Además, permitió que subiera un hombre que parece comprender mejor que solo la construcción de una economía de mercado fuerte, abierta, competitiva y globalizada dará la prosperidad que desean todos los mexicanos. EL SISTEMA EDUCATIVO BUROCRATICO DEL ESTADO En cuanto al sistema educativo mexicano que dio sustento al autoritaritarismo priista ha caído en una gran crisis existencial. Ha quedado fuera de contexto en el nuevo rumbo que toma el país, sobrevive de manera artificial como un dinosaurio cuya época ha pasado a la historia. Ya en principios del siglo pasado hubo intentos de romper el control estatal. Algunos comprendían que las universidades no podían estar atadas a los caprichos del poder político y lanzaban luchas en pos de la autonomía universitaria. Pero los sucesivos gobiernos autoritarios tuvieron la suficiente sagacidad de otorgar la autonomía en el papel y controlarla mediante el subsidio del Estado. Este mecanismo de financiamiento resultó muy efectivo para mantener el control gubernamental casi completo de todas las universidades “autónomas”. Los planes y programas, la orientación filosófica, el perfil de egresado, el sueldo del personal, los títulos y diplomas, etc. quedaron, de una u otra forma, bajo control estatal. Los rectores pasaron a jugar el papel de empleados del gobierno en las escuelas y universdades. El resultado de este esquema de funcionamiento fue la necesaria burocratización del sistema. Ahora que empezamos a disfrutar de un mundo más libre y democrático volteamos hacia nuestras escuelas y les vemos grandes defectos: estancadas e incapaces de adaptarse a los tiempos modernos. Todas estas observaciones nos conducen a reconocer el hecho de que nuestras instituciones educativas gubernamentales de hoy en día, marchan por un sendero distinto al que ha tomado nuestro país y todo el mundo. Es una verdadera lástima dado que en estas universidades se ha invertido cuantiosos recursos, sus espacios físicos son excelentes y a pesar de todo cuentan con lo mejor en cuanto docentes y científicos, muchos de ellos formados en las mejores universidades extranjeras. Ante tal realidad sola queda la disyuntiva: reformarlas para ponerlas en concordancia con los tiempos modernos o de plano, clausurarlas y dar paso a nuevas instituciones. Sin embargo, la decisión no es nada fácil. Para reformar a una universidad gubernamental, se requiere, en primer lugar, que la gente tenga conciencia de la necesidad del cambio. Luego, se necesita que toda la gente tenga la actitud de cambiar lo que no sirve, de destruir viejas prácticas que se transformaron en derechos y también se requiere colocar en los puestos claves a gente que tenga la suficiente visión de futuro. Sin embargo, casi todos los sindicatos universitarios se oponen a cualquier cambio que implique romper el viejo orden burocrático. Las autoridades no desean perder el paraíso subsidiado pues es más cómodo recibir fondos públicos sin preocuparse por tener que dejar satisfecho al cliente, y en el gobierno, no hay mucha gente que comprenda el fondo del problema. Por el lado de la sociedad, se intuye que andan mal nuestras escuelas y universidades pero tampoco hay una comprensión cabal del esquema que debe adoptar nuestro sistema educativo. EDUCACIÓN PARA UNA ECONOMÍA CAPITALISTA Puesto que el mundo ya no quiere ser socialista y México tampoco, es necesario un buen esfuerzo de imaginación para idear y construir un sistema educativo compatible con una economía de mercado. Un nuevo sistema educativo capaz de resolver los problemas que nunca pudo solucionar el sistema educativo burocrático del Estado, que brinde oportunidades reales a toda la gente que desee desarrollar su potencial. Qué pasará en la UAM? ¿Seremos capaces de afrontar el reto de cambiar? ¿Emplearemos nuestra inteligencia, coraje e imaginación para crear una nueva estructura que garantice la universidad que deseamos? La moneda está en el aire. FIN. Noviembre 2000 luis humberto clinton wrote: > Hola... > respeto bastante las opiniones que aqui se han planteado sobre los diversos > temas...no estaré de acuerdo con algunos puntos pero así es esto, no?... > > con respecto a este tema...yo he asistido tanto a una universidad publica, > como ahora que estoy en una privada... > > me ha tocado observar a compañeros que dejan la escuela por no poder pagar > las mensualidades...con lo que en mi universidad pagamos un mes...en la > universidad pública se paga un año... > > lo curioso es que el montón de universidades privadas que existen no son > superiores a las públicas...y en muchos casos las públicas tienen mejor > infraestuctura y académicos... > > no es que sean una maravilla..simplemente salen muucho mas baratas...muy > accesible para la mayoria de gente pobre de la ciudad y la calidad académica > es igual o mejor que las privadas. > > Ahora algunas anécdotas sobre mi universidad... hace algunos años en el > campus de la ciudad de Ensenada un grupo se quejó por los aumentos en las > colegiaturas que no se veían reflejadas en la infraestructura o en cualquier > otro beneficio para el estudiantado... la universidad los escucho y decidio > dar de baja a todo el grupo completo, para que sirvieran de ejemplo. Cómo es > esto posible? Al inscribirte te hacen firmar un papel donde aceptas > cualquier disposición que se le ocurra a la universidad. > > Otra... aquí todo mundo sabe que si le caes mal a algun maestro o directivo > que tenga acceso a calificaciones ya te ondenaste...esto lo viví en carne > propia cuando en un semestre me cambiaron mis calificaciones y no hubo > manera de comprobar lo contrario y tuve que repetir semestre. Lo mismo > sucede en la pública sólo que aquí sale mas caro el asunto. > > La educación pública permite que mucha gente asista a la universidad. > La educación privada permite que muchos se den de baja porque no pueden > pagar las mensualidades... > > No creo por mi experiencia en la universidad pública como la privada que la > cuestión sea la educación gratuita o no... aquí tenemos muchos compañeros > extranjeros que no pueden pagar una educación universitaria en USA...pero > nadie de aqui podría pagar lo que les cobran y que para ellos es mucho mas > barato... > > La solución tiene que ir por otro lado. > > _________________________________________________________________________ > Get Your Private, Free E-mail from MSN Hotmail at http://www.hotmail.com. > > Share information about yourself, create your own public profile at > http://profiles.msn.com. > > _______________________________________________ > nettime-lat mailing list > nettime-lat@nettime.org > http://www.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat _______________________________________________ nettime-lat mailing list nettime-lat@nettime.org http://www.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat