ayuste on 28 Feb 2001 21:49:05 -0000


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[nettime-lat] Educación y libertad


 
A propósito de quien financia la educación y siguiendo el hilo de Ramón Meneses cuando cita la experiencia de Nicaragua.
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Ya comprendo que resulta muy doloroso admitir algo tan sencillo como lo siguiente: el estado no es Dios, no tiene los atributos de Dios, no es omnipotente, omniscente, no posee el don de la ubicuidad y todas esas zarandajas. El estado es una estructura creada por mortales para satisfacer necesidades de mortales. El estado es el fruto de la energía colectiva, cuando es un estado sano, y puede tanto como pueda dicha energía, que habitualmente es poco. En el caso más común, es el caso de los países hispanos y de todos los casos en mayor o menor intensidad, el estado es poco más que una trinchera que ocupan gente mortal y que patrimonializan, poniéndola al servicio propio o de grupos.

Eso es el estado, una estructura necesaria que escenifica el ser social de nuestro especie (el estado no solo no lo invento Hegel que tampoco lo comprendió, no lo invento nadie, estaba para decirlo de manera lapidaria, escrito en nuestros genes). El estado escenifica la inteligencia colectiva de nuestra especie. Inteligencia  de especie que como se ha demostrado a lo largo de la historia del homo sapiens, ni es tanta ni es tan brillante. Hacemos lo que podemos y sabemos y sabemos poco.

Eso explica que a lo largo de la historia, todos los estados, hayan acudido a concursos públicos para realizar obras, acometer tareas u organizar sus servicios. Y lo hacen porque sus habilidades y competencias son necesariamente limitadas. Cuando no son limitadas sobrevienen los desastres, es el caso de los estados socialistas (sin libertad y sin economía de mercado) en mayor grado y de las dictaduras (sin libertad y con relativa economía de mercado) en una grado un poco menor, estados omnipotentes, estados engreidos,  estados chulos,  soberbios, vanidosos, codiciosos de todo, que utilizan la palabra pueblo como cohartada, construidos contra la libertad, y que sin excepción están en manos de gente paranoica con objetivos de naturaleza divina o inspirativa que realizar (en nombre del pueblo, por supuesto).

La propiedad de la estructura educativa en la mayor parte del mundo es pública, repito, en la mayor parte del mundo. Cuando es privada, también en la mayor parte del mundo, es subvencionada por las administraciones públicas. Cuando la educación es un derecho constitucional, de lo que se trata es de hacerlo efectivo. ¡De lo que se trata es de hacerlo sin conculcar el principio de libertad! ¡De lo que se trata es de hacerlo sin servilismo a ideologías de tres al cuarto! Así son todas las ideologías, sin excepción, de tres al cuarto.

De lo que se trata es de tener horizontes que perseguir jurídica y materialmente abordables y sostenibles. El 'bien' enferma siempre por el mismo lado: hay que realizarlo.

De lo que se trata es de descender a los detalles de nuestras convicciones, a la letra pequeña. De lo que se trata es de hacer las cosas posibles y abandonar el universo antropológico de las grandes gestas heroícas roturadas con sangre.

No dudo que en ocasiones no queda más remedio que retirarse el cinto y liarse a zurriagazos con tanto canalla y hasta donde me llega la memoria no recuerdo acontecimiento de dicha naturaleza, desde que tengo uso de razón, en que no tuviera prestas las dos manos para aplaudir y colaborar.

Otra cosa bien distinta es el hilo argumental que se construye para dar los zurriagazos, es decir, la estrategia intelectual que se adopta. Porque si la estrategia intelectual que se adopta es errónea, interesada o incluso fatídica, todos conocemos el desenlace. A veces uno comparte los fines y no obstante, las razones de los portagonistas ponen los pelos como escarpias.

Nuestras acciones no se justifican ya, así, a bote pronto, porque sí, simplemente invocando de manera santurrona nuestro afán por el bien y la solidaridad. El infierno está en el cómo y en los resultados. El 'bien' es un monstruo de mil caras.

Hay muchas formas de ver el mundo, están los que creen que sólo existe una idea del 'bien' y una única forma de alcanzarlo; están los que creen que cada individuo atesora una idea del 'bien' con igual derecho para perseguir su logro; están los que creen que la idea del 'bien' hay que fraguarla democráticamente por mayorías y perseguirla con las limitaciones que impone el sistema; y están, entre los que me encuentro, lo que creemos que la idea del 'bien' es en sí mismo escurridiza, los que creemos que no siempre la mayorías tienen razón y que a pesar de todo no existe mejor sistema que el democrático, que la democracia formal.

Lo importante es estar atento a la calidad de todos los procesos democráticos e institucionales, entrar en los detalles y procurar transformarlos. Cada época histórica tiene sus exigencias y oportunidades. Las grandes proclamaciones, las  grandes declaraciones retóricas, tienen un pase, están bien, incluso son necesarias. Ahora bien, son útiles si a continuación se realizan todos los deberes relacionados con los detalles y las contradicciones, con la claridad y la oscuridad, con las grandeza de los protagonistas y con sus miserias.

Cuando me miro en el espejo, algunos días logro ver la grandeza que hay en mí pero si tengo que ser sincero, la mayor parte de los días, lo que único que entreveo es podredumbre.

Y sin embargo.... así es la vida, soy un enamorado de la acción y el culto a la acción, es mi caso, tiene sus contraindicaciones, su lateralidad, leáse, las precipitaciones... Esta es la cosa.

º|º tic, tic, tic
 


 

Ramon Meneses wrote:

Privatizar el sistema educativo. Será esa la solución? En Nicaragua
significa más niños y niñas analfabetas, más niños fuera de la escuela, más
niños trabajando. En otras palabras, sólo los hijos e hijas de los ricos
asisten a la escuela.