ricardo dominguez on Fri, 29 Nov 2002 19:41:03 +0100 (CET)


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[nettime-lat] Para: Angel Luis Lara, alias El Ruso. De: Sup Marcos.


EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MEXICO

Para: Angel Luis Lara, alias El Ruso. De: Sup Marcos.
Ruso, hermano: Lo primero, un abrazo. Lo segundo, un
consejo: creo que harías bien en cambiarte el
seudónimo, no vaya a ser que te confundan los
chechenios y, entonces, sí, adiós Aguascalientes y
adiós a uno de los mejores roqueros de la actualidad.
La fecha (12 de octubre) en la que empiezo a
escribirte estas líneas no es accidental (nada es
accidental en los zapatistas), ni tampoco lo es el
absurdo puente que, en este día, trato de tender hasta
donde ustedes trabajan para preparar la inauguración
del Aguascalientes en Madrid.
Estoy seguro de que les va a ir muy bien y que la
ausencia del imbécil de Aznar (al que, su nombre lo
indica, sólo le falta rebuznar) y del estreñido del
reyecito Juan Carlos pasará desapercibida hasta para
la revista ¡Hola!
Pero dile a todos y a todas las que están contigo en
ese heroico proyecto que no se apenen. Está por salir
(deportada, es seguro) una revista que se llama
Rebeldía que, a no dudarlo, tendrá una sección de
"sociales" donde podréis insertar una reseña que deje
a las de la boda de la infanta en la categoría de
"fiestas infantiles".
Por lo demás, la mentada revista Rebeldía seguramente
será consecuente y lo primero que hará será rebelarse
contra la ortografía, así que no inviertan mucho en la
inserción pagada. Por cierto, si lleva fotos es más
cara (a menos que sean porno) y el precio, lamento
informarte, no es en euros, sino en marcos, por
aquello de que se prefiera una moneda fuerte.
Así que nada de lloriqueos si no asiste la realeza. En
cambio, creo, abundarán hombres, mujeres, niños y
ancianos, no sólo de la península ibérica, pero sobre
todo de ella. Si están ellos y ellas todo será un
éxito. Pero debo advertirte que detrás del éxito de
los de abajo siempre aparece la policía. Porque los de
abajo sólo deben llorar y resignarse, lo dice el bando
no sé qué número que la corona expidió no se cuándo,
pero al ritmo de los garrotes de la Guardia Civil se
marchan todos con su Aguascalientes a la cárcel, o al
cementerio, que es el lugar que la "democracia"
española tiene para los rebeldes ibéricos.
Sé bien que no sólo del Estado español serán quienes
asistan a esa fiesta de la rebeldía que significa un
Aguascalientes, pero serán la mayoría.
Cayucos trasatlánticos
Nosotros no podremos asistir, pues planeamos invadir
Europa en fecha próxima y, como te imaginarás, todo el
mundo acá ya tiene su equipaje listo (claro, si
equipaje se le puede llamar a dos bultos de tostadas,
un platito de frijoles rancios, dos botellas de pozol
no transgénico y chile a discreción) y, sin embargo,
nadie tiene a la mano un salvavidas.
Los más precavidos cargan algunas pastillas para el
mareo y preguntan, ingenuos, si va a haber "paradas
sanitarias".
Pero lo peor no es eso, resulta que no los puedo
convencer de que con cayucos (canoas hechas ahuecando
un tronco de árbol) no vamos a llegar muy lejos.
Claro que no hay que pasar por alto el detalle de que
Chiapas no tiene salida para el océano Atlántico y
que, puesto que no tenemos para pagar el peaje del
canal de Panamá, tendremos que dar la vuelta por el
Pacífico, bordear las Filipinas, la India, Africa y
remontar hasta las Islas Canarias.
Porque sería de mal gusto llegar por tierra.
Tendríamos que atravesar Mongolia, los escombros de la
URSS -donde tendríamos cuidado de decir que vamos a
ver al "ruso" y que ellos se las arreglen-, Europa
Oriental, pasar por Francia a surtirnos de "Chateau
Neuf Du Pape, cosecha del 69", (ya albureo hasta con
los vinos), dar la vuelta por Italia y retacarnos de
pasta, y después cruzar los Pirineos. No es que nos
arredre la caminata, pero con tanto ajetreo se
maltrata el uniforme.
Mientras tanto el entusiasmo cunde entre la futura
tripulación casi tanto como el vómito (por cierto, veo
a un compa "gomitando" y le pregunto por qué vomita si
todavía no nos embarcamos. "Es que me estoy
entrenando", me dice con esa lógica inapelable que
campea en las montañas del sureste mexicano).
¿Qué te estaba diciendo? ¡Ah, sí! Que no vamos a poder
ir a la inauguración del Aguascalientes porque estamos
"entrenándonos", como dijo el compa, para la
expedición.
Claro que tú no le digas a nadie que vamos a invadir
la península ibérica (previo paso por Lanzarote, donde
nos echaremos un cafecito con el Saramago y la Pilar)
porque ya sabes como es la monarquía, que luego luego
empieza a ponerse nerviosa y le da por irse de
vacaciones con las infantas y los bufones (o sea que
me refiero a Felipillo González y a Pepillo Aznar,
que, repito, en el nombre lleva la penitencia).
Además, hablar mal de la monarquía te puede costar, lo
mínimo, que te desalojen del local, porque clavado que
se les ha ocurrido hacer el Aguascalientes en un lugar
de okupás, porque la sede debe ser de gente digna, y,
que nadie lo dude, hay más nobleza en cualquier casa
de okupás que en El Escorial.
¡Chin! Ya me metí otra vez con la realeza y no debo
hacerlo, porque cuando uno se mete en el bote de la
basura acaba oliendo a mierda, y ese olor no se quita
ni con esas botellas de perfume adulterado que venden
en El Corte Inglés.
Bueno, diga sí a la piratería pero no a la dispersión,
así que retomo el hilo de este monólogo que tiene la
gran ventaja de que tú no puedes decir ni pío, como
cuando estés frente a la benemérita Guardia Civil que,
si me lo permites, ni es guardia ni es civil, pero ya
se sabe que el mundo del poder está lleno de
incoherencias.
¿Qué? ¿Que ya me salí por la tangente? Tienes razón,
joder, es que la sola perspectiva de perderme el caldo
gallego recalentado que estarán repartiendo porque no
les quedó ni una pela para algo más, me pone, digamos,
inquieto.
Conquistadores y neoliberales
Te decía que la fecha de esta carta no es accidental,
que si inicio este escrito el 12 de octubre para
saludar el proyecto del Aguascalientes es por algo.
En algunos sectores se tiene la idea errónea de que la
situación de los pueblos indios de México se debe a la
conquista española. Y no es que Hernán Cortés y demás
rufianes de armadura y de sotana que lo acompañaron
hayan sido benévolos, pero es que, comparados con los
gobernantes neoliberales actuales, son unas hermanas
de la caridad.
De los hombres y mujeres de la España digna sólo hemos
recibido la palabra hermana, la solidaridad sin
condiciones, el oído atento, la mano que ayuda, que
saluda, que abraza.
Así que me perdone el padre Hidalgo, pero los
zapatistas gritamos: "¡Abajo los neoliberales! ¡Arriba
los gachupines!"
Imagino que por ahí deberá estar la banda de Cataluña
que toca mal las rancheras, pero en la chamba no hay
quien les lleve el ritmo. Y también deben llegar los
de Galicia, de Asturias, de Cantabria, de Andalucía,
de Murcia, de Extremadura, de Valencia, de Aragón, de
La Rioja, de Castilla y León, de Castilla-La Mancha,
de Navarra, de las Islas Baleares, de las Islas
Canarias y de Madrid. A todos ellos y ellas dales un
gran abrazo de parte nuestra, que hay para todos y
todas. Porque con tantos hermanos y hermanas, y tan
grandes todos ellos, nos han crecido los brazos a
fuerza del cariño que les tenemos.
¿Qué? ¿Que he dejado fuera a los del País Vasco? No,
quiero pedirte que me permitas que haga una mención
especial de estos hermanos y hermanas.
Bien sé que ese payaso grotesco que es el
autodenominado juez Garzón, de la mano de la clase
política española (que es tan ridícula como la corte,
pero sin ese discreto encanto que da el ¿cómo ha
estado duquesa? -Bien, barón, no extraño para nada al
bufón de Felipillo porque el Pepillo es tan gracioso
como aquél. Por cierto, haría bien subirse la
bragueta, barón, no vaya a ser que coja usted un
resfriado, que es lo único que se puede coger en la
corte -etcétera), está llevando adelante un verdadero
terrorismo de Estado que ningún hombre y mujer
honestos puede ver sin indignarse.
Sí, el clown Garzón ha declarado ilegal la lucha
política del País Vasco. Después de hacer el ridículo
con ese cuento engañabobos de agarrar a Pinochet (que
lo único que hizo es darle vacaciones con los gastos
pagados), demuestra su verdadera vocación fascista al
negarle al pueblo vasco el derecho de luchar
políticamente por una causa que es legítima.
Y no lo digo nada más porque sí. Sino porque acá hemos
visto a muchos hermanos y hermanas vascos. Estuvieron
en los campamentos de paz. No vinieron a decirnos qué
hacer, ni nos enseñaron a hacer bombas ni a planear
atentados.
Porque acá las únicas bombas son las chiapanecas que,
a diferencia de las yucatecas, nunca riman.
Porque ahí tienes que el Olivio llega y me dice que si
le regalo unos chocolates de nuez que me dieron
porque, se rumora, estoy muuuy enfermito, entonces me
recita una bomba.
"Sale", le digo al ver que los chocolates ya están
hongueados. Y el Olivio engola la voz cuando recita:
"Bomba, bomba: en el patio de mi casa hay una mata de
naranjo, qué chula está tu hermana".
Yo no me ofendo tanto por lo de mi hermana, sino por
la falta de rima y, sin embargo, le doy al Olivio los
chocolates... pero en la cabeza, porque se los aviento
mientras lo persigo hasta el cansancio, o sea hasta
los primeros pasos.
Además, acá los únicos atentados son contra el buen
gusto musical cuando agarro la guitarra y entono, con
mi inigualable voz de barítono, aquella que dice
"siempre que me emborracho, palabra que algo me pasa,
voy derechito a verte y me equivoco de hamaca".
Seguro que si me escucha el Manu Chao me contrata.
Claro, todo con tal de no pagar las dos cuerdas de
guitarra que reventó cuando, en un mano a mano con los
insurgentes cantaba aquella de la Vaca Esquizofrénica.
¿O era Vaca Loca? Bueno, si anda por ahí dale una mano
a Manu y dile nomás que le perdonaremos lo de las
cuerdas cuando nos encontremos en la próxima estación
que, es sabido, se llama "Esperanza".
Y si no me contrata el Manu, entonces me voy al grupo
de la Amparo. Aunque tal vez tenga que cambiar el
nombre, y en lugar de "Amparonoia" le pondrá
"Amparofobia", por aquello de que mis críticos también
se globalizan.
En fin, que para terroristas más que nada lo que nos
falta es vocación y no medios.
Pero, bueno, resulta que acá han estado los hermanos
del País Vasco y se han portado con dignidad, que es
como de por sí se portan los vascos.
Y no sé si por ahí anda el Fermín Muguruza, pero yo me
acuerdo que una vez que estuvo por acá le preguntaron
de dónde era y él dijo que "vasco", y que le vuelven a
preguntar: "¿vasco de España o vasco de Francia?" Y el
Fermín ni se inmutó cuando respondió "Vasco del País
Vasco".
Y yo estaba buscando algo en vasco para mandarles como
saludo a los hermanos y hermanas de ese país, y no
encontré mucho, pero no sé si mi diccionario está bien
porque busque cómo se dice "dignidad" en vasco, y el
diccionario zapatista dice que "Euskal Herria". Ahí
les preguntas si voy bien o mejor me regreso.
En fin, que lo que no saben ni Garzón ni sus patiños
es que hay veces que la dignidad se convierte en
erizo, y ¡ay! de aquel que pretenda aplastarla.
Fiesta de la rebeldía
Bueno, dije antes que el Aguascalientes debe ser una
fiesta de rebeldía, cosa que no les gusta nada a los
partidos políticos...
-¡Son un fraude! -me interrumpe Durito.
-Pero... espera Durito, aún no hablo de los partidos
políticos mexicanos.
-No es de esos fraudes de los que hablo, sino de las
páginas porno de Internet.
-Pero, Durito, en la selva no tenemos Internet.
-¿No tenemos? Me suena a Unión Europea. Yo sí tengo.
Con un poco de ingenio y otra cosita he convertido una
de mis antenas en un poderoso modem satelital.
-¿Y se puede saber, caballero andante posmoderno, por
qué las páginas porno de Internet son un fraude?
-Pues porque ni hay ni una sola con escarabajas, ya no
digas desnudos, vaya, ni siquiera con una de esas
bragas de "hilo dental", que les dicen.
-¿Bragas?
-¡Claro! ¡Joder! ¿No le estás escribiendo a los
españolistas? -dice y pregunta Durito mientras se cala
una boina.
-¿Braga? -repito yo tratando de evitar lo inevitable,
es decir, que Durito le meta mano a lo que escribo,
que para eso le sobran manos e impertinencia.
-Veamos, mmh, mmh -murmura Durito montado ya sobre mi
hombro.
-¿Ruso? ¿Le estás escribiendo a Putin? Yo no te lo
recomendaría, no vaya a ser que te aviente uno de esos
gases que ni los que tú te echas cuando comes
demasiados frijoles.
Yo protesto:
-Mira, Durito, no empecemos a revelar intimidades,
porque ahí tengo la carta que te envió el Pentágono
pidiéndote la fórmula para la elaboración de gases
ultratóxicos.
-¡Ah! Pero yo me negué. Porque mi gas, como mi amor,
no es comprao ni vendío, sino que lo regalo, porque yo
soy desprendío y doy las cosas sin ver si se las han
merecío -dice Durito con un acento andaluz que hay que
joderse.
Después de una pausa, agrega:
-¿Y cuál es el tema de tu escrito, chaval?
-Y nada, tío, de qué va ser, de la rebeldía y de un
Aguascalientes que van abrir en los Madrides -respondo
yo, contagiado del flamenco que cunde en la champa.
-¿Madrid? ¿Cuál Madrid? ¿El de Aznar y la Benemérita?
¿O el Madrid irreverente?
-El irreverente, claro. Aunque no sería extraño que el
Aznar quiera meter las pezuñas.
-¡Magnífico! -aplaude y baila Durito de una forma tal
que ya Federico Gar-cía Lorca resucita y le compone la
desconocida e inédita Soleá del Escarabajo Epiléptico.

Cuando termina su danza, Durito ordena:
-¡Escribe! Te voy a dictar mi ponencia.
-Pero Durito, no estás en el programa. Vamos, ni
siquiera te han invitado.
-Claro, de por sí los rusos no me quieren. Pero no le
aunque. Anda, escribe. El título es "La Rebeldía y Las
Sillas".
-¿"Las Sillas"? Durito, no vayas a salir con otra de
tus...
-¡A callar! La idea viene de un escrito que Saramago y
yo escribimos a finales del siglo pasado y se llama
"Silla".
-¿Saramago? ¿Quieres decir José Saramago, el escritor?
-pregunto perplejo.
-¡Claro! O qué, ¿hay otro? Bueno, pues resulta que ese
día tomamos hasta caernos de la reiterada silla, y ya
en el suelo, con esa perspectiva y lucidez de los de
abajo, le digo: Pepe, ese vinillo pega más que la mula
de Aznar -y él no dijo nada porque estaba buscando sus
lentes.
Y entonces yo le digo: -Se me está ocurriendo algo,
rápido José, que las ideas son como las alubias con
chorizo, si te descuidas, llega otro y se los
almuerza.
El Saramago encontró por fin sus lentes y, juntos, le
dimos forma a ese relato, si mal no recuerdo, a
principios de los ochenta. Claro que en el crédito
sólo aparece su nombre, porque los escarabajos
batallamos mucho con los derechos de autor.
Yo quiero abreviar las anécdotas de Durito y lo
apremio: -Ya está el título, que más.
-Bueno, se trata de que la actitud que un ser humano
asuma ante las sillas es la que lo define
políticamente. El Revolucionario (así, con mayúsculas)
mira con desprecio las sillas comunes y dice y se
dice: "no tengo tiempo para sentarme, la pesada misión
que la Historia (así, con mayúsculas) me ha
encomendado me impide distraerme en pavadas". Así se
pasa la vida hasta que llega frente a la silla del
Poder, tumba de un tiro al que esté sentado en ella,
se sienta con el ceño fruncido, como si estuviera
estreñido, y dice y se dice: "la Historia (así, con
mayúsculas), se ha cumplido. Todo, absolutamente todo,
adquiere sentido. Yo estoy en La Silla (así, con
mayúsculas) y soy la culminación de los tiempos". Ahí
sigue hasta que otro Revolucionario (así, con
mayúsculas) llega, lo tumba y la historia (así, con
minúsculas) se repite.
-El rebelde (así, con minúsculas), en cambio, cuando
mira una silla común y corriente, la analiza
detenidamente, después va y acerca otra silla, y otra
y otra, y, en poco tiempo, eso ya parece una tertulia
porque han llegado más rebeldes (así, con minúsculas)
y empiezan a pulular el café, el tabaco y la palabra,
y entonces, precisamente cuando todos empiezan a
sentirse cómodos, se ponen inquietos, como si tuvieran
gusanos en la coliflor, y no se sabe si fue por el
efecto del café o del tabaco o de la palabra, pero se
levantan todos y siguen su camino. Así hasta que
encuentran otra silla común y corriente y la historia
se repite.
-Sólo hay una variación, cuando el rebelde topa con la
Silla del Poder (así, con mayúsculas), la mira
detenidamente, la analiza, pero en lugar de sentarse
va por una lima de esas para las uñas y, con heroica
paciencia, le va limando las patas hasta que, a su
entender, quedan tan frágiles que se rompan cuando
alguien se siente, cosa que ocurre casi
inmediatamente. Tan, tan.
-¿Tan, tan? Pero Durito...
-Nada, nada. Ya sé que es demasiado árido y que la
teoría debe ser aterciopelada, pero lo mío es la
metateoría. Puede ser que me acusen de anarquista,
pero valga mi ponencia como humilde homenaje a los
viejos anarquistas españoles, que hay quienes callan
su heroísmo y no por eso brillan menos.
Se va Durito, aunque estoy seguro que él preferiría
venirse.
Bueno, dejemos a un lado los albures. ¿En qué estaba
yo cuando esa impertinencia acorazada me interrumpió?
¡Ah!, en que el Aguascalientes es una fiesta de
rebeldía.
Y, entonces, mi querido chechenio, faltaría por
definir lo que es rebeldía.
Pudiera bastar con que echaras una mirada a todos los
hombres y mujeres que pusieron empeño en levantar ese
Aguascalientes, y a los que asistirán a su
inauguración (a la clausura no, porque seguro eso lo
hará la policía) para que obtuvieras una definición,
pero como ésta es una carta, debo intentar hacerlo con
palabras que, por muy elocuentes que sean, nunca serán
tan contundentes como las miradas.
Así que, buscando un texto que me sirviera para eso,
encontré un libro que me prestó el Javier Elorriaga.
El librito se llama Nueva Etiopía, y es de un poeta
vasco que se llama Bernardo Atxaga. Hay ahí un poema
que se llama "Reggae de las Mariposas", que habla de
las mariposas que vuelan mar adentro y que no tendrán
un lugar donde posarse porque el mar no tiene islas ni
rocas.
Bueno, que me perdone don Bernardo si la síntesis no
es tan afortunada como su reggae, pero me sirve para
lo que quiero decirte:
La Rebeldía es como esa mariposa que dirige su vuelo
hacia ese mar sin islas ni rocas.
Sabe que no habrá donde posarse y, sin embargo, su
vuelo no titubea.
Y no, ni la mariposa ni la rebeldía son tontas ni
suicidas, lo que pasa es que saben que tendrán donde
posarse, que hay por ahí un islote que ningún satélite
ha detectado.
Y ese islote es una rebeldía hermana que, es seguro,
saldrá a flote justo cuando la mariposa, es decir, la
rebeldía voladora, empiece a desfallecer.
Entonces la rebeldía voladora, es decir, la mariposa
marina, pasará a formar parte de ese islote emergente,
y será así el punto de apoyo para otra mariposa que ya
emprende su vuelo decidido rumbo al mar.
La cosa no pasaría más allá de una curiosidad en los
libros de biología, pero, como dijo no sé quién, el
aletear de una mariposa suele ser el origen de los
grandes huracanes.
Con su vuelo, la rebeldía voladora, es decir, la
mariposa, está diciendo ¡NO!
No a la lógica.
No a la prudencia.
No a la inmovilidad.
No al conformismo.
Y nada, absolutamente nada, será tan maravilloso como
ver la osadía de ese vuelo, apreciar el desafío que
representa, sentir cómo se empieza a agitar el viento
y ver cómo, con esos aires, no son las hojas de los
árboles las que tiemblan, sino las piernas de los
poderosos que hasta ese entonces pensaban, ingenuos,
que las mariposas morían mar adentro.
Pues sí, mi apreciado moscovita, es sabido que las
mariposas, como la rebeldía, son contagiosas.
Y hay mariposas, como rebeldías, de todos los colores.

Las hay azules, que se pintan así para que el cielo y
el mar se las disputen.
Y las hay amarillas, para que el sol las abrace.
Las hay rojas, pintadas así por sangre rebelde.
Las hay marrones, que llevan así en las olas el color
de la tierra.
Las hay verdes, que es como suele pintarse la
esperanza.
Y todas son piel, piel que brilla sin importar el
color que las pinte.
Y hay vuelos de todos los colores.
Y hay veces que se juntan mariposas de todas partes y
entonces hay arcoiris.
Y la tarea de las mariposas, lo dice cualquier
enciclopedia que se respete, es traer el arcoiris más
abajo de modo que los niños puedan aprender a volar.
Y, hablando de mariposas y rebeldías, se me ocurre
que, cuando estén todos ustedes en el circo, o sea en
el juzgado, frente al payaso Garzón, y les pregunten
que qué hacían en el Aguascalientes, ustedes
respondan: volando.
Aunque te manden volando deportado a Chechenia, la
risa se va a escuchar hasta las montañas del Sureste
Mexicano.
Y una risa, hermano, se agradece tanto como la música.

Y hablando de música, según sé el baile del cangrejo
se ha puesto de moda en los gobiernos de México,
España, Italia y Francia, y consiste, grosso modo, en
mover las caderas y los brazos en sentido inverso a
las manecillas del reloj.
Y ya que estamos en manecillas, si ves a Manuel
Vázquez Montalbán dale un apretón de manos de parte
nuestra.
Dile que ya me enteré de que el Fox le preguntó si no
sabía por qué estaban en silencio Marcos y los
zapatistas, y que él le contestó: "no están en
silencio, lo que pasa es que usted no oye".
De paso, le dices que las butifarras no son como los
diamantes, o sea, que no son eternas, y que las que
mandó, hace tiempo que se acabaron, y que si no se
pone guapo, digamos con unos 5 kilos, entonces a él y
a Pepe Carvalho los vamos a tomar como rehenes.
No, mejor no. Porque no nos vayan a tomar por
terroristas y el Bush, de la mano de la ONU, nos
aviente otra guerra "humanitaria". Mejor que mande
butifarras, yo a cambio le mando la receta del Marco's
Special que, no es por nada, el chef de su majestad
(¡já!) me ha pedido con insistencia inútil.
Bueno, ya me despido. No dejes de avisarme en cuál
cárcel los meten. Digo, para cuando pasemos por ahí.
No, no creas que será para liberarlos, sino para
asegurarnos que estén bien encerrados, porque todos
ustedes están bien locos. Mira que inaugurar un
Aguascalientes en Madrid... Nomás falta que se les
ocurra hacer un municipio autónomo en la cárcel.
Por cierto, cigarros no les podremos mandar. Pero sí
tostadas y pozol, eso sí, tan dignos como ustedes.
Vale. Salud, si se trata de reinar, que reine la
rebeldía.Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.
México, octubre del 2002.

P.D. Que dice la Eva que si en el Estado Español (así
dijo, me cae) tienen videocaseteras porque quiere
llevar su colección de películas de Pedro Infante. Le
dije que allá tienen otro sistema. Ella me preguntó:
"¿A poco allá no tienen un gobierno neoliberal?" Yo no
le respondí, pero ya le digo "Comandanta Eva: ¿Qué
otra cosa podía hacer?"
Otra P.D.
-No creas que no sé que también irán al Aguascalientes
rebeldes de Italia, Francia, Grecia, Suiza, Alemania,
Dinamarca, Suecia, Inglaterra, Irlanda, Portugal,
Bélgica, Holanda y etcétera. Salúdalos a todos y diles
que, si se portan mal, también los...vamos a invadir.
Vamos a globalizar la tostada hongueada y el pozol
rancio. Vamos a ver cómo crece geométricamente el
número de globalifóbicos.
Vale de nuevo.
El Sup entrenándose para la travesía, o sea,
"gomitando" los chocolates con nuez hongueados que El
Olivio dejó tirados



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