[nettime-lat] Propuesta para el proyecto de una red continental anti-autoritariay anti-capita

["Raul yepez" <raulyepezs@hotmail.com>]

Norte America – Enero 1, 2004
En este décimo aniversario de la salida de los Zapatistas de la jungla
Lacandon, queremos que se forme una red continental anti-autoritaria y
anti-capitalista en Norte America. Nuestro movimiento para la liberación
y libertad ha tenido muchos desafíos y nuestra resistencia continúa a
crecer. Es hora de organizarnos mejor a través de ura red continental
decentralizada de anti-capitalistas.

Nosotros estamos por todas partes, y aun así, estamos alienados de
nosotros mismos. Confinados en los márgines de nuestras comunidades,
vivimos nuestras vidas sin evidencia de resistencia diaria. Sabemos que
estamos en todas partes. Comunicamos constantemente en los márgines del
espacio cibernético. Pintamos nuestros eslogans en las paredes de la
ciudad. En las barricadas, fijamos nuestras miradas, sabiendo
exactamente porqué estamos ahí: por una revolución social. Queremos un
mundo libre de capitalismo y jerarquía institucional.

Nosotros vemos que la guerra de clases contra la clase trabajadora y los
pobres crece mucho más intensa. El Imperio de los Estados Unidos está
literalmente destruyendo el planeta. El Imperio ha sido claro en decir
que usará cantidades interminables de capital para financiar guerras sin
importar el costo que le crea al pueblo trabajador. Estas guerras por el
Imperio no son solo conducidas usando las vidas de la clase trabajadora,
pero también, el Imperio está conduciendo asaltos evidentes a la clase
trabajadora vía disminución de la red social de seguridad, recortando
impuestos, rebajando empleo, empleando externamente, y las corporaciones
defraudando las pensiones, el cuidado de salud y otros benificios de los
trabajadores. Los recientes eventos en Miami nos mostraron que el
régimen seguirá el imperio economico y el neocolonialismo, no solamente
asaltando la clase trabajadora y la gente de color en otros paises, pero
también aquí en los Estados Unidos, usando fuerza militar y violencia.
El Imperio de Los Estados Unidos dice palabras vacias sobre el
terrorismo, y falla al actuar contra la supremacía blanca dentro
nuestros departamentos de policia, el uso racista contínuo de la pena de
muerte, la encriminación de drogas, el racismo institucional en la
distribución de riquezas, el terrorismo contra los desposeidos y la
gente sin papeles, y la violencia contra los gays, las lesbianas, los
bisexuals y los transexuales. El Imperio de Los Estados Unidos continúa
en construir un estado policial completo con los Actos Patriotas, con la
militarización de la policia en las ciudades principales, con los
programas COINTELPRO contra los anticonformistas, con la constante
vigilancia, con las alertas anaranjadas que crean miedo – todo esto
llevando al público a enterarse mas sobre la verdadera naturaleza del
Estado y a estar más insatisfechos con el.

No tenemos otra opción que responder peleando, y al poner hacia adelante
un análisis anti-imperialista y anti-capitalista y haciendo nuestra
resistencia más visible, más y más gente se unirá a la lucha.

Seattle, en 1999, marcó la popular aparición de nuestro movimiento. Aún
así, nuestra lucha preciede Seattle y se extiende mucho más allá de Los
Estados Unidos. Nosotros nos oponemos a la globalización capitalista
mientras celebramos la globalización de la resistencia al capitalismo.
Somos parte de un movimiento de protesta. Nos ahogamos con gas
lacrimógeno, nos torcemos por los bastones golpeantes, esquivamos las
balas de goma. Cuando ellos marchan, nosotros bailamos. Cuando la clase
gobernante anuncia la fecha y lugar de su próximo brindis a la
dominación capitalista, nosotros convergemos para derrumbar sus cobardes
cercas.

Desde 1999, nos hemos mobilizado consistentemente en Norte America
contra cumbres capitalistas, incluyendo la del Banco Mundial y la del
Fondo Monetario Internacional, el Arreglo del Comercio Libre de la
Americas y el Foro Economico Mundial. Nuestra estrategia ha sido la de
confrontar los administradores del capitalismo goblal en donde sea que
se encuentren. Por un tiempo, esta estrategia parecia que daba
resultados positivos. Aunque no habiamos alterado el progreso del
capitalismo goblal, estabamos ciertamente inspirando un gran interés
hacia nuestro movimiento – un interés la cual fué reflejado en la
atención recibida y que sigue siendo recibida por parte de los medios de
información corporativos y la fuerza del orden. La estrategia de
protestar en cumbres también sostuvo el momento de intensidad de nuestro
movimiento. El impacto de ese momento culminó discutiblemente el Julio
2001 con los gran disturbios en Genova y la muerte de Carlo Guliani. El
Septiembre siguiente, el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional se iban a encontrar en Washington, D.C. Un gran tensión
sin precedentes, muchos recordarán, envolvian estas protestas.

Luego, llegó Septiembre 11, 2001.

Mientras la organización fundamental de nuestra sociedad – basada en el
capitalismo y la jerarquía – ha seguido inenterrumpida desde Septiembre
11, los niveles de violencia y sufrimiento, las cuales son resultados de
esta organización (enredo), han llegado a ser más extremas, igual
domesticamente que en el mundo entero. Aún así, nuestro movimiento ha
fallado más que todo en adaptarse a los cambios en nuestro mundo desde
Septiembre 11. En Enero 2002, confrontamos atrevidamente el Foro
Económico Mundial en midtown Manhattan, solo meses después de los
ataques, a pocas millas de la Zona Zero. Fuimos saludados por un
formidable estado de policia, la cual hasta usó una estatua antigua para
prohibirnos usar máscaras. En Enero 2002, en las frias calles de
Manhattan, tubimos que habernos dado cuenta que nuestra estrategia tubo
que haberse ajustado para el clima después de Septiembre.

Dos años mas tarde, nos encontramos en las calles de Miami. Traemos el
espirito de Seattle, Ciudad de Quebec y Cancún. En las líneas del
frente, nuestro entender del mundo se cristaliza en un espectaculo
familiar: los medios de información sensacionalistas y hambrientos por
un disturbio, una exagerada muestra de fuerza policial, miembros de
uniones sin querer confrontación, liberales alentando paz y calma, y
enojados muchachos de color blanco vestidos de negro. Después de que
todos regresamos a casa, escribimos y leimos críticas furiosas sobre las
protestas. Hasta nos vemos en shock por la extremidad de la brutalidad
policial. Nos convecemos a nosotros mismos que ganamos una pequeña
batalla, que estamos ganando, que vamos a ganar.

Podriamos estar ganando.

Sí estubieramos de verdad ganando, debemos considerar las equivocaciones
de la clase gobernante – algunos prefieren llamarla la ‘crisis del
capitalismo global’ – como una razón significante. Antes de Septiembre
11, teniamos que muchas vecez convencer a otros que algo no estaba muy
bien en America, que viviamos en un sociedad violenta y decadente.
Ahora, muy pocos americanos no estarian de acuerdo con esta aserción. El
sistema está podrido y ahora vemos el proceso de la pudrición. Está en
los titulares: guerra interminable, despidos, escandalos corporativos,
erosiones de las libertades civiles, el fracaso de la prensa, la
corrupción.

El desafío mas urgente para nuestro movimiento es como proceder en estos
tiempos volatiles. La estrategia de ir de cumbre a cumbre, por sí sola,
no puede mantener un verdadero movimiento que busca revolución social.
Sí confiamos en la clase gobernante para establecer fechas y lugares
para nuestra manifestaciones, entonces seguiremos siendo un movimiento
inherentemente reactivo. Sí confiamos en organizaciones de protesta
moderada para establecer fechas y obtener permisos para protestas,
entonces seguiremos marginalizados como un elemento secundario
conduciendo nuestras marchas con tambores.

Hasta ahora, anarquistas, anti-autoritarios y anti-capitalistas en Norte
America han vivido como fragmentos alienados, contando con
mobilizaciones de masas para hacer nuestra gran existencia evidente a
nosotros mismos. Hasta ahora, el alcanzar más allá de los barrios de
nuestro radicalismo ha demostrado ser extremadamente difícil. En las
calles, nos encondemos las caras. En el espacio cibernético, escondemos
nuestros nombres. Como podremos, siendo anti-autoritarios,
anti-capitalistas y anarquistas, establecer confianza y solidariedad –
con los trabajadores organazidos, por ejemplo – cuando nuestra identidad
colectiva está plagada por el popular retrato de los medios de
comunicación corporativos y la anonimidad que nosotros requerimos de
nosotros mismos?

Nosotros creemos que podemos extender y escalar mejor nuestra
resistencia sí mantenemos comunicación, cordinación y apoyo constante en
toda Norte America. Por eso es que se propone aquí una red continental
con la última meta de crear una revolución social en Norte America
promovida de las siguiente formas:

- organizando protestas y acciones en nuestros propios términos
- agitando y utilizando varias formas de medios de comunicación y
distribución como la propaganda en la calle
- creando relaciones con comunidades y grupos locales
- apoyando camaradas con ayuda legal y de fondos
- compartiendo conocimientos prácticos, tales como entrenamiento
medico, defensa personal, comunicación (ej: radio de poder bajo) y
tecnología.
- interviniendo en luchas continuas, tales como huelgas.

Los principios de organización para tal red deberian presumiblemente
parecerse a los usados por la Acción Global de la Gente. Estos
principios organizativos pueden ser leidos en la siguiente dirreción:
http://www.nadir.org/nadir/initiativ/agp/cocha/principios.htm

Algunos de ustedes pueden preguntarse: quien está detras de este
llamado? Nosotros somos varios anti-capitalistas que han colaborado en
escribir este llamado. Los próximos pasos ahora depende de ti y tus
amigos. La creación de esta red – sí pasa – dependerá en la gente que
lea este llamado, que esté de acuerdo con su espíritu y dirección, y que
se organize con otros anti-capitalistas para ser esta visión una
realidad.

La propuesta de una red continental surge ahora porque va con el
movimiento y la criticas del movimiento, indica que vivimos en tiempos
urgentes, la cual son propicios para un pensar revolucionario y un
cambio social en Norte America, y que no estamos haciendo lo suficiente
para promover un pensar revolucionario y un cambio social. La propuesta
de una red continental asume que individuos y grupos, de costa a costa,
están dispuestos a participar en la creación, formación, y sustentación
de una red continental.

Nosotros estamos en todas partes.
Ahora vamos a
probarlo.


http://www.infoshop.org/inews/stories.php?story=04/01/01/0303286


Raúl Yépez Serna [Tiburón3]
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