Grano de Arena on 7 Feb 2001 09:18:07 -0000


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 73 - AMENAZAS ¿PARA QUIÉN?


EL GRANO DE ARENA
Correo de información ATTAC n°73
Miercoles, 31/01/2001
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Gracias por hacer circular y difundir esta información.

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Este correo informativo ha sido elaborado por el equipo de
colaboradores espontáneos de "El Grano de Arena".
informativo@attac.org

RTF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo73.zip
PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo73.pdf
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En este número. Breves

1. Advertencia: estaremos regresando de Porto Alegre en esta fecha. En
el próximo  haremos los comentarios

2. El ejército en Davos: una decisión cargada de símbolos: las
autoridades municipales de Davos prohíben las manifestaciones y el
ejército colabora. Los manifestantes con sus banderas, sus slogans y
sus cantos son considerados peligrosos.

3. Refundar los servicios públicos europeos (2ª parte): se argumentan
exigencias de la unificación europea pero en los Tratados se respetan
en ciertas decisiones las autonomías nacionales, de modo que el
frenesí privatista solo trata de mercantilizar ciertos bienes.

4. El plan Colombia: El 80% del aporte del Plan Colombia está dirigido
a fortalecer el poder de las fuerzas armadas, una intervención que
puede resultar devastadora para las frágiles democracias de la región.

5.- La amenazas indígenas según la CIA: según la CIA América Latina
enfrenta una nueva amenaza, los movimientos indígenas de resistencia
que pueden afectar el orden interno y la tranquilidad hemisférica
(¡!!)

6.- El mal de la vaca loca. Es una consecuencia de la producción
industrializada, es hora de que los gobiernos protejan a los
consumidores.

7.- Los Buitres de los "Hedge Funds" encuentran ricos bocados: Los
buitres hacen negocios sobre la miseria pretextando defender a los
acreedores e impidiendo que las economías en quiebra intenten el
saneamiento financiero

8.- Mundo: continua el drama del hambre: En América el caso más
dramático es Haití donde el 61% de la población no satisface sus
necesidades alimentarias. básicas.

9.  EEUU: La dictadura de las minorías:  La política exterior de los
EEUU se guía por las minorías nacionales que disponen de enormes sumas
de dinero y gozan de una agobiante influencia sobre los políticos
sobre todo en las campañas electorales.


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1.- Advertencia
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Cuando este número llegue a nuestros lectores habrá apenas concluido
el Foro Social Mundial y estaremos regresando a nuestros países de
origen. En consecuencia será imposible incorporar aquí comentarios,
crónicas o conclusiones sobre las actividades, los encuentros, las
movilizaciones o cualquier otro tipo de información sobre el Foro.

Nos comprometemos a hacerlo en el nº 74 que editaremos a nuestro
regreso. S.M. informativo@attac.org.


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2.- El ejército en Davos: una decisión cargada de símbolos
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El Consejo Federal anunció el envío de 600 militares para garantizar
la seguridad del Foro Económico Mundial (WEF) que se habrá
desarrollado a partir del 25 de enero, paralelamente al Foro Social
Mundial (FSM) de Porto Alegre. Aunque bajo mandos civiles, los
militares podrían intervenir en caso de "desbordes masivos" en las
manifestaciones previstas por los opositores al Foro. Además de los
policías convocados en toda Suiza y otros 300 guardias se calcula que
lo menos de 2000 personas serán afectadas a la seguridad de los 1000
"líderes globales" esperados en la pequeña estación helvética.

Sin embargo esta situación no tiene nada de graciosa. La decisión de
enviar tropas militares para mantener el orden es una decisión que
entraña pesadas consecuencias. Además de que se pueda cuestionar la
preparación que puedan tener soldados llamados a desempeñar tareas
policiales, el anuncio gubernamental es fuertemente simbólico. Al
decretar meidas excepcionales, el Consejo Federal estimula la histeria
sobre la seguridad desarrollada últimamente por cierta prensa que no
teme -¿desea?- criminalizar a los opositores al sistema. Cuando el
gobierno habla de garantizar de este modo " la seguridad de las
personas que gozan de protección internacional" acusa claramente a los
opositores de querer atentar contra su integridad física.

Además las declaraciones del Consejo Federal se inscribe en la
corriente de otras manifestaciones oficiales recientes. Primero cuando
la comuna de Davos decidió prohibir, en diciembre último, toda
manifestación durante el Foro, aun cuando esta medida - ya adoptada en
1999 y en el 2000 - había sido denunciada por el Tribunal federal y
luego cuando la policía cantonal, se deschavó en un comunicado del 3
de enero, en tono de guerra asimilando a todo potencial manifestante a
un "perturbador" o sea a un "agresor". Volvamos a la Tierra. No es
inútil recordar que los orígenes de dicha manifestación general no hay
ni amenazas terroristas, ni movimiento de tropas extranjeras en
nuestras fronteras...solo una manifestación! Supongamos que son
cientos, miles de militantes que quieren hacer oir sus voces
disidentes durante el desarrollo del Foro - privado - en que los
hombres más poderosos del planeta se ponen de acuerdo para mejor
acaparar la riqueza.

Es cierto que algunos opositores anunciaron claramente su intención de
perturbar el desarrollo del WEF. Pero todas la voces de orden de
quienes convocaron a la movilización han insistido sobre su carácter
pacífico. Y las violencias-limitadas - que se produjeron el año pasado
durante las manifestaciones fueron vivamente condenadas por el resto.

En este contexto la decisión de enviar 600 soldados a Davos adquiere
una dimensión esencialmente simbólica e ideológica. Dentro de la
lógica del Consejo Federal la realización de una manifestación de
oposición al Foro de Davos constituye un verdadero peligro. Un mensaje
del gobierno de junio último recordaba " el importante significado y
las excepcionales consecuencias del Foro para los intereses
internacionales de Suiza". En tales circunstancias los "superiores"
intereses de Suiza y los intereses privados de las multinacionales
organizadoras del Foro de Davos son indisociables. Y bien valen
medidas excepcionales en forma de mensaje: después de las protestas de
Seattle, Washington, Melbourne o Niza, los capitalistas neoliberales
pueden venir sin miedo a Davos, Suiza será su inviolable ciudadela.
Por todos los medios, si fuera necesario.

Benito Perez, artículo publicado en colaboración con Le Courier.
http://www.lecourier.ch/


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3. Refundar los servicios públicos europeos (2ª parte)
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La última justificación esgrimida se apoya en las supuestas exigencias
de la unificación europea. Las directivas europeas, juegan ciertamente
un papel motor en las políticas privatistas, pero es necesario
analizar esta excusa. En primer lugar en los sucesivos tratados (Roma,
Maastrich y luego Ámsterdam) coexisten dos lineamientos analíticos
diferentes. Se hallan desde hace mucho tiempo bajo la influencia
liberal en la medida en que pretenden que "la libre competencia" es el
ideal a alcanzar. Pero mantienen al mismo tiempo la autonomía de
elección en cuanto a servicios públicos. Así lo expresa el Tratado de
Maastrich, conservando la redacción del artículo 222 del Tratado de
Roma, por el que se autoriza a cada estado a definir libremente el
régimen de propiedad y las formas de organización de las funciones de
interés general. El artículo 3A introduce explícitamente al mismo
tiempo " el respeto al principio de la economía de mercado donde
existe libre competencia" En este marco, las empresas que cumplen
funciones de servicio público están obligadas como las demás a
someterse a la competencia, de modo que son condenables los arreglos y
los abusos, como también las ayudas de recursos estatales.

El artículo 90 establece que "las empresas encargadas de la
administración de servicios de interés económico general o que tienen
el carácter de un monopolio fiscal se hallan sometidas a las
reglamentaciones del presente Tratado, especialmente a las referidas a
la competencia dentro de límites en los que la aplicación de estas
reglas no causan el fracaso del cumplimiento de hecho o de derecho, de
la misión que les ha sido encomendada. El desarrollo del comercio no
puede ser afectado por medidas contrarias al interés de la Comunidad"
La Comisión se ha encargado de interpretar los Tratados y de diseñar
una política cada vez más abiertamente liberal.

Se puede demostrar fácilmente que esta doctrina es antisocial,
absurda, anti-europea y únicamente favorable a una concepción
financiera del capitalismo. La naturaleza antisocial del
euro-liberalismo se condensa en la noción de servicio universal. Se
trata en apariencia de un compromiso entre la prioridad del mercado y
la noción de servicio público. Se trata de la teorización de un
sistema de dos velocidades, porque el servicio universal está
calibrado como un servicio mínimo que irresistiblemente evoca " la red
de seguridad". El servicio público se reduce como una piel de onagro
para ampliar el espacio abierto a la inversión privada. Es una
concepción restrictiva y absurda de la construcción europea. Si se
trata de construir un espacio económico y social integrado, resulta
desacertado darle la espalda a una armonización hacia arriba. Se niega
también así la posibilidad de establecer una política estructural de
nivel europeo. Hubiera sido más lógico crear condiciones para la
coordinación de acciones a través de agencias europeas pero en cambio
se han hecho saltar los monopolios públicos y se han segmentado las
redes en tramos. Es justamente la inversa de lo que se hubiera debido
hacer, por ejemplo, en materia de transportes: ¿cómo definir una
política armónica en cuanto a articulación ruta-ferrocarril, a
reglamentación del tráfico aéreo, a precio de los combustibles sin
crear previamente adecuados instrumentos de programación? La cuestión
energética ofrece un ejemplo aún más claro: ¿Cómo organizar en efecto
el abandono de la energía nuclear en el nivel de un solo país, sin
programar, una vez más, su abandono, en lo especialmente referido a la
eliminación de los residuos? Antes que hacer estallar los servicios
públicos y abrirlos a una competencia largamente prefabricada en una
serie de sectores, sería más bien necesario estructurar los ramales en
una red y ponerlos bajo la instancia de una autoridad regulatoria
europea.

Este frenesí privatista es antieuropeo e imposibilita toda política
europea de envergadura. La Comisión concibe su accionar a partir de
una lógica anti-trust y anti-subvenciones estatales. Pero no la guía
ninguna visión de conjunto en materia industrial ni bancaria. El
producto de esta orientación liberal es doblemente contradictoria. Lo
que sucede en Francia en el sector bancario es una paradoja: se
privatizan los bancos e inmediatamente intentan reagruparse de manera
amistosa u hostil y con el pretexto de la competencia se permite la
conformación de gigantes privados. A esto se agrega las megafusiones,
pocas de las cuales constituyen alianzas intra-europeas y la autonomía
de las empresas públicas solo sirve para que, por ejemplo, Renault
recompre Nissan y France Telecom. Invierta en América Latina.

Europa no lo explica todo sin embargo: existe una estrecha
interrelación entre la filosofía social-liberal de los gobiernos
europeos y su aceptación de las imposiciones de Maastrich. Cada vez
más los políticos liberales europeos utilizan en provecho propio la
diversidad de situaciones. En Francia, es de buen tono, criticar los
servicios públicos " a la francesa", que constituirían una excepción
arcaica en Europa. Sin embargo la ofensiva contra los servicios
públicos y la protección social revisten una gran homogeneidad a
despecho de las diferencias institucionales entre países. En tales
condiciones comienza a madurar una posibilidad de revertir esta
situación que podría contar con el apoyo de las resistencias de
distinta forma existentes en los países europeos y que podría conducir
a avanzar un par de pasos.

El primero consistiría en inventar una "subsidiaridad reivindicativa"
dirigida a defender y a promover la satisfacción de los derechos
sociales universalmente definidos en un principio y declinados luego
de diferente forma según las realidades nacionales. Habría así un
derecho a la salud que al lado de otros derechos, definiría una
ciudadanía social europea sin postular sin embargo la total
unificación de los sistemas de salud pública. Se podría así defender
lo existente y mejorarlo para hacer fracasar el mecanismo de
alineamiento hacia abajo de los sistemas sociales que de alguna manera
se hayan incorporados a la moneda única. Esto haría imposible
justificar la introducción de los fondos de pensión con el pretexto de
que existen en el Reino Unido o en Alemania Este cambio de punto de
vista permitiría hacer converger las luchas por el derecho a la
jubilación especialmente ridiculizado del otro lado de La Mancha (el
canal).

Proponiendo esta perspectiva, no nos alejamos demasiado de la noción
de servicio público. Porque el eje central de las ofensivas
neoliberales es el de tratar de "remercantilizar" cierta cantidad de
bienes y de servicios cuya oferta actual se halla socializada o
mutualizada. El rechazo de esta regresión pasa por lo tato por una
refundación de la definición de servicio público. Su legitimidad se
apoyaría explícitamente en la satisfacción de necesidades sociales y
esta nueva definición incluiría forzosamente una dimensión de
democratización y de control por parte de los usuarios. Si esta
dinámica prende, se puede realizar entonces otra profundización, la de
redefinir las formas de propiedad. En Francia se está penando en una
re-nacionalización de la provisión de agua, para terminar con el alza
de los precios y la corrupción. Es una excelente oportunidad para
replantearse la cuestión de la propiedad, que podría extenderse a
escala europea.

Michel Husson, miembro del Consejo Científico de ATTAC. Articulo
publicado en colaboración con el periódico ATTAC, Liège. Para mayor
información: liege@attac.org


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4.- El plan Colombia Por Martín Lozada
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En julio de este año, se producirá el desembolso de 1.300 millones de
dólares en ayuda militar y económica a Colombia, en el marco de un
proyecto que demandará a lo largo de varios años una inversión de
7.000 millones en total. Casi el ochenta por ciento del aporte
aprobado por el Congreso está destinado a fortalecer el papel de las
fuerzas armadas colombianas en la lucha contra el narcotráfico:
entrenamiento de soldados, equipos para el Ejército y la Policía, el
envío de 60 helicópteros y de 2.000 asesores militares. La ley prevé
seis condiciones a cumplir por el Estado colombiano, todas ellas
vinculadas con el afianzamiento del Estado de derecho y la protección
de los derechos humanos. Sin embargo, una de sus disposiciones dará
origen a futuros conflictos toda vez que estipula que esas condiciones
podrán ser dejadas de lado si la "seguridad nacional" de los Estados
Unidos así lo justifica. No se trata de un hecho menor. De considerar
que de algún modo su seguridad nacional se encuentra controvertida por
el desarrollo de los hechos acontecidos en suelo colombiano, entonces
el Plan puede perder su escaso componente humanitario. Y ello
eventualmente sucederá si se tiene en cuenta que Colombia exporta al
gigante hegemónico más drogas ilícitas que cualquier otro país del
mundo (el 80% de la cocaína que allí se consume y hasta el 75% de la
heroína que se trafica en la costa este norteamericana, según el
Departamento de Estado). La opción militar ha sido la escogida, desde
mediados de la década de los años ochenta, para dar tratamiento al
problema de los cultivos ilegales y el narcotráfico. No ha sido casual
que paulatinamente se incrementara la intensidad de la guerra contra
las drogas en nuestro ámbito continental. Ese combate resulta
absolutamente funcional cuando, una vez agotada la Guerra Fría y el
peligro comunista, se ven acotadas las posibilidades de contar con un
enemigo real capaz de suscitar adhesiones y viabilizar gastos
militares, inversiones y despliegues de tropas en el territorio de los
Estados de la región. El Plan Colombia puede constituir en lo sucesivo
un pesado legado histórico. En primer término, por tratarse del inicio
de la presencia militar extranjera en los Andes latinoamericanos, con
el consiguiente efecto desestabilizador para sus frágiles democracias.
Luego, por reinstalar ciertos principios de la Doctrina de la
Seguridad Nacional que sirvieron, décadas atrás, para militarizar las
sociedades civiles. Por último, porque una vez más la gran potencia
procura su enemigo lejos de casa, en esta ocasión, en su patio trasero
colombiano. La opción militar escogida supondrá una intensificación de
los combates en función del mayor grado de preparación y de
disposición de recursos bélicos por parte de las fuerzas armadas de
Colombia. Eso representa una amenaza para los países vecinos. Tal el
caso brasileño, puesto que en lo militar implicará probablemente el
empleo de su territorio como santuario (base para operaciones del
Ejército colombiano fuera de su país), e incluso como sede de acciones
militares con fines de persecución. Hacia allí, además, pueden emigrar
no solamente grandes contingentes de personas que huyan de los
combates, sino también las plantaciones de coca. La falta de control
civil sobre los grupos paramilitares constituye uno de los aspectos
más sórdidos de la realidad colombiana. Desde el inicio del Plan, las
fuerzas armadas redujeron la cantidad de sus violaciones a los
derechos humanos, mientras que, simultáneamente, aumentaron la de
estos grupos paramilitares. Lo que ha sucedido en realidad es una
transferencia del uso de la violencia ilegítima, en una suerte de
paulatina privatización de la misma. Y en este punto puede afirmarse
que existe una convergencia estratégica entre los militares y los
paramilitares toda vez que ambos tienen el mismo enemigo: la
guerrilla. ¿El Plan Colombia está destinado a impactar al
narcotráfico, o encubre la intención de reducir el poderío militar de
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia? La ley que regula el
destino de los millones de dólares dispone que los batallones
entrenados por personal militar norteamericano sólo pueden luchar
contra la guerrilla en las áreas donde éstas protejan los cultivos de
coca. Sin embargo, el primer batallón aleccionado ha comenzado a
operar en el sur de Colombia, a apenas 45 kilómetros de la zona de
distensión en la que el gobierno y las FARC negocian la paz desde hace
22 meses.

Esa proximidad hace temer futuros enfrenta mientos armados entre unos
y otros, circunstancia que de suceder confirmaría una sospecha
reiteradamente expresada: que las tropas entrenadas por los asesores
norteamericanos se encuentran mucho más comprometidas en una guerra
antisubversiva que en una operación antidrogas. No por nada la Unión
Europea ha rechazado la naturaleza militar del Plan, considerando que
obstaculiza las negociaciones de paz entre el gobierno y las
guerrillas, a la vez que omite los indispensables pasos políticos,
económicos y sociales que es necesario emprender para la pacificación
del país.
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5. La amenazas indígenas según la CIA
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Jesús Q. Alemancia, Panamá Como un ejercicio más de su poder imperial,
los Estados Unidos, a través de su Consejo Nacional de Inteligencia,
un organismo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) dio a conocer
su informe "Tendencias Globales 2015". El diario La Jornada de México,
publicó extractos del documento el pasado 19 de diciembre y el 31 lo
hizo El País de España. Según la CIA América Latina tiene una nueva
amenaza que enfrentar, los movimientos indígenas de resistencia.
Señala que "Tales movimientos se incrementarán, facilitados por redes
transnacionales de activistas de derechos indígenas, apoyados por
grupos internacionales de derechos humanos y ecologistas bien
financiados" y agrega, "Las tensiones se intensificarán en un área
desde México a través de la región del Amazonas...". En 1999 un
balance similar dio a conocer el Centro de Estudios e Investigaciones
Militares de las Fuerzas Armadas de Chile en el documento "El
conflicto Mapuche y su Impacto en la Seguridad Nacional"; la activa
resistencia del pueblo mapuche frente al gran capital internacional
que expolia sus tierras y destruye sus recursos naturales se
transformó en un tema de seguridad nacional. El balance del documento
es contundente, los mapuches son un problema de seguridad porque en
"primer lugar, afecta el orden interno y la tranquilidad pública del
país, a través de diversos llamados que los dirigentes del movimiento
han efectuado a transgredir el ordenamiento jurídico. En segundo
término, porque durante su desarrollo se ha pretendido, no sólo
limitar, sino también vulnerar el derecho de propiedad consagrado por
la Constitución. En tercer lugar, porque han existido claras
manifestaciones de extrapolar el conflicto local al plano nacional,
incluso con la participación de elementos foráneos, como son los
voluntarios internacionales y organismos extranjeros que tienen
interés en la reivindicación de minorías a lo largo del orbe". La
historia reciente del movimiento indígena continental, en especial
durante la última década del siglo XX (el levantamiento armado
zapatista en Chiapas, las grandes movilizaciones indígenas en Ecuador,
los procesos políticos abiertos por los indígenas en Colombia en medio
de una guerra interna, los conflictos por recursos naturales en la
costa atlántica de Nicaragua, la resistencia aymara en Bolivia frente
a la política antidrogas del Presidente Banzer) preocupa a los
formuladores de la política de seguridad hemisférica de los Estados
Unidos. Los estrategas de la seguridad continental son conscientes de
los peligros que crea la incompatibilidad entre las políticas
económicas neoliberales y la democracia. Bien lo afirma la CIA los
gobiernos latinoamericanos tendrán que enfrentar la tensión entre cómo
manejar las implicaciones del proceso de globalización y
"democratización". La gobernabilidad nacional en el continente no será
una tarea fácil para los cuadros técnicos neoliberales ya que sus
frutos no serán iguales para todos, el Norte seguirá viviendo en
abundancia a costa de la exclusión y pobreza de los pueblos del Sur.
Mientras que la CIA establece pistas para construir su lógica de
seguridad en el hemisferio, el movimiento indígena y sus diversos
componentes tienen otras preocupaciones y otras esperanzas, como lo
describe la carta de Navidad que enviará la Fundación Pueblo Indio del
Ecuador a su red de amigos en el continente destacando los logros del
año 2000; decía la nota: "Se nos anuncia una Nueva Sociedad desde los
pueblos indígenas de nuestro Ecuador, Nueva Sociedad, que la vamos
construyendo...cuando: Familias Indígenas de Pucahuaico sonríen y son
felices en su "vivienda digna" Mujeres Migrantes de "Jatun Ayllu" en
Quito tienen "una sala de uso múltiple" y reciben los frutos de sus
huertos familiares. Estudiantes Indígenas Universitarios tienen la
seguridad de alimentarse mediante la "olla comunitaria". Los jardines
de infantes de comunidades indígenas tienen seguro su maestro
comunitario, y, mejoran sus locales y su equipamiento. Cientos de
familias indígenas reciben atención médica, medicinas para sus
"guaguas" y ayuda solidaria para la educación de sus hijos. Gracias a
la atención de una obstetra y realización de talleres, cursos y
proyectos productivos las mujeres indígenas organizadas se sienten más
seguras y realizadas. Decenas de "nuestros abuelitos" vencen la
soledad, se integran y reciben auxilio médico y alimentario para
sentir menos sufrido el declinar de sus vidas. Se avanza en la
concientización sobre los derechos de los pueblos indígenas y éstos
son cada vez más respetados y valorados". Cada cual ve la realidad
según sus intereses, los indígenas en este siglo XXI seguiremos
desafiando el futuro como lo hemos hecho por siglos y lo seguimos
haciendo, como lo demuestran con su ejemplo nuestros hermanos de la Or
ganización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), que a pesar de los
caminos de sangre y muerte que les impone la guerra interna colombiana
siguen cosechando triunfos -en el año 2000 lograron obtener la
gobernación del departamento del Cauca - y construyendo vida en
comunidad.

 Servicio Informativo "Alai-amlatina" Agencia Latinoamericana de
Información info@alai.ecuanex.net.ec URL: http://alainet.org


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6. El mal de la vaca loca
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El gobierno argentino prohibió los productos cárnicos y lácteos
europeos. Muy bien. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para
promocionar los productos naturales argentinos . Es urgente hacerlo.
El problema es que no hay mucha imaginación, ni compromiso..., pero
seamos optimistas, sigamos insistiendo!!!

El terrible problema que esta ocurriendo en Europa con el mal de la
vaca loca debería servirnos a los europeos y a nosotros para, por una
vez, sacar conclusiones correctas. Un problema es como encuentra
Europa a nuestra agricultura. Haciendo transgénicos y feed lots.
Siempre que llueve sopa ¿nosotros con el tenedor? En este caso los que
fabricamos el tenedor fuimos nosotros mismos.

Analicemos como llegó Europa a la vaca loca: porque siguió los
dictados de la producción industrializada, la carne hecha en cuasi
fábricas. La agricultura casi sigue el mismo camino. Sus laboratorios
muy avanzados en transgénicos querían también imponer que liberaran
esos cultivos, para hacer agricultura industrial y cerrar así
perfectamente con su lógica.

Los grandes grupos económicos siempre ven el tema de los alimentos
desde una perspectiva solo comercial, y saben que la economía de
escala les maximizará la rentabilidad de sus grandes compañías. Pero
la desmesura los llevó a cometer serios errores con sus propios
consumidores. El caso de la vaca loca es paradigmático y es bueno y
oportuno recordar que Europa rechazó la carne con hormonas de los EEUU
basada en el principio precautorio. Ese mismo principio es rescatado
por consumidores, agricultores y ambientalistas para enfrentar la
amenaza de los transgénicos. Y los gobiernos, a pesar de los grandes
intereses económicos, deben escuchar a sus ciudadanos preocupados.

¿Porque entonces nuestro país insiste en hacer esa chatarra? Las
mismas compañías, tienen la ventaja que en países débiles con
gobiernos inexpertos se le suma el desconocimiento de los
consumidores, productores y el extraño e incomprensible papel de las
instituciones rurales. ¿Por qué nuestro país no tuvo una política de
promoción de alimentos naturales, la carne hecha en pasturas, la
agricultura mixta, los productos regionales, apoyarse y ayudar a los
pequeños agricultores, saber producir sin insumos externos como la
salida de productos de calidad? Los problemas son varios: uno es que
nuestros técnicos no están formados en esa agricultura sin insumos, no
hay una buena discusión de los distintos intereses, no se contempla la
perspectiva de los pequeños productores, que tecnologías y que ámbitos
diferenciados se necesitan. Dos es que los gobernantes no han sabido
prever situaciones. En síntesis, lo que falta es una perspectiva más
global, una visión política y técnica a la vez. Cuando se habla de
políticas activas se debiera hablar de una política nacional
agropecuaria que contemple el panorama con amplitud.

Es un buen momento para pedir a este gobierno que contemple los
intereses de todos, que este terrible momento sirva para comenzar a
pensar con cierta perspicacia, con mas imaginación, no pensar de la
misma manera, siempre las mismas producciones, creer en fábricas de
automóviles, carreteras, combustibles, y asistencialismo para el
resto. Y pensar con la misma mentalidad a la agricultura.

La agricultura no es igual a la industria, el espanto de los alimentos
mortíferos debieran permitirnos ver y hacer los análisis correctos.
También es necesario entender que el modelo agropecuario mundial esta
cambiando, debemos estudiar esta particular situación, para que
nuestros gobernantes comprendan, sepan mirar, anticipa, entender que
tal vez todavía se pueda ser un país que cuida su medio ambiente y a
sus consumidores.

La oportunidad es reconocer los aliados que tiene la Argentina, que
son los consumidores europeos, de productos de calidad. Y sus
agricultores, los pequeños productores, también son aliados, no son
los competidores de los agricultores argentinos. Ellos no quieren
subsidios para exportar y perjudicar a otros agricultores.
Aprovechemos, una vez, ojalá nos iluminemos todos para salir de la
tremenda mediocridad en que nos hemos metido solitos.
Grupodereflexionrural@hotmail.com


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7. Los Buitres de los "Hedge Funds" encuentran ricos bocados
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 Por Charlotte Denny.

Se les apoda "buitres", hedge funds* que irrumpen en las economías en
dificultades del mundo en desarrollo, acaparando su deuda que compran
al descuento para luego demandar a sus gobiernos por su valor nominal
íntegro.

Uno de ellos, Elliot Associates, radicado en Nueva York, ha obtenido
de esta práctica más de $130.000.000 durante 1999, según Jubileo 2000,
el grupo de presión en campaña para la cancelación de la deuda del
Tercer Mundo.

Después de ganar un litigio clave en octubre de 1999 contra el
gobierno peruano ante los tribunales de Nueva York, Elliot finalmente
obligó a Perú a pagarle $65.000.000 en octubre de 2000 bajo amenazas
de embargar los fondos que Lima había transferido a bancos de Wall
Street para pagar a otros tenedores de bonos. La compañía había
adquirido la deuda peruana por $20.000.000.

"Pueden ser sólo negocios para ellos pero esta gente comercia con la
miseria" declaró Liana Cisneros, coordinadora latinoamericana de
Jubileo 2000. "Para los niños de Perú significa libros de texto,
medicinas y agua limpia".

La mitad de la población de Perú vive en la extrema pobreza y el
servicio de la deuda consume casi un tercio del presupuesto estatal,
privando de fondos a la sanidad y la educación.

El caso ha hecho saltar las alarmas en las capitales latinoamericanas.
Los buitres vuelan en bandadas y ya se ciernen sobre su próxima
víctima.

Ecuador, que ha estado a punto de completar un acuerdo con sus
acreedores después del impago de su deuda en 1999, ya ha sido
alcanzado. Como los acreedores amenazaban con una acción judicial, el
acuerdo negociado fue imposible y Quito se vio obligada a pagar a los
buitres antes de encontrar una solución para el resto de sus deudas.

Los hedge funds, por supuesto, no se ven a sí mismos como parásitos
sino como defensores de los acreedores en una época en la que,
arguyen, a los deudores soberanos se les permite eludir demasiado a la
ligera sus obligaciones legales.

Cuando un país moroso renegocia su deuda impagada, los acreedores
siempre salen perdiendo y aceptan mucho menos del valor nominal de los
créditos. En el caso de Ecuador, los acreedores aceptaron sólo 40
centavos por cada dólar que se les adeudaba.

Excepto, claro está, los buitres, que llegaron los primeros y
obtuvieron un trato mucho mejor. Pero mientras los hedge funds
rastrillan dinero, crece la preocupación por que las acciones de unos
pocos acreedores incontrolados amenacen los intentos de devolver
economías en quiebra al camino del saneamiento financiero. El Tesoro
de los Estados Unidos ha advertido que los hedge funds se arriesgan a
crear "caos económico".

Otros acreedores tampoco son tan felices. Dicen que los buitres se
abren paso hasta el principio de la fila, exprimiendo el máximo de las
naciones deudoras y dejando menos para otros inversores. Bajo la ley
de Nueva York, un acreedor con una pequeña parte de la deuda impagada
de un país puede bloquear un acuerdo que iría en interés de la mayoría
de los acreedores.

La solución, de acuerdo con expertos internacionales en finanzas,
sería que los países prestatarios incluyesen en los contratos una
cláusula que obligaría a los tenedores de los bonos a alcanzar un
acuerdo por mayoría de votos en vez de permitir a un solo acreedor
arramblar con todo lo que pudiera a través de los tribunales. Estos
acuerdos, denominados "cláusulas de acción colectiva" ("collective
action clauses" o CACs) son habituales en los bonos emitidos en
Londres pero la comunidad financiera de Nueva York se resiste.

Los halcones de Wall Street consideran que los CACs incrementarán los
costes del endeudamiento de los países pobres porque los mercados
sospecharan que cualquier país que use CACs se teme la morosidad. Como
los acuerdos prenupciales que mas bien sugieren que los contrayentes
no confían uno en el otro, entienden, los CACs incrementarían la
percepción de que un país no es digno de crédito.

Richard Portes, presidente del London Centre for Economic Policy
Research dice que, comparando los costes de endeudamiento en los
mercados de Londres y Nueva York se demuestra que la alegación de que
los CACs los encarecen es infundada. "Salvo para aquellos países que
están en el fondo de los ratings de crédito y no podrían endeudarse
comercialmente de ningún modo, los CACs se traducen en una mejora en
los términos"

"Es la misma razón por la que tenemos leyes de quiebra, se quiere
tener un procedimiento basado en normas para solucionar las cosas". De
otro modo, opina, los países pueden terminar enmarañados en ataduras
legales con ciertos acreedores en detrimento de otros como le ha
ocurrido a Perú. Haciendo obligatorios los CACs en los contratos de
bonos se evitaría el problema.

Los principales actores del sistema financiero internacional
simpatizan con la propuesta de los CACs y la mayoría del G7 los ha
respaldado. Pero los Estados Unidos, el más importante de todos porque
regula Wall Street se hace el remolón.

No obstante, para Jubileo 2000 los CACs no van lo suficientemente
lejos. Son justos para los acreedores pero no toman en cuenta la dura
carga económica que el pago de la deuda impone a muchos países
desesperadamente pobres. 8.-Mundo: continua el drama del hambre Según
el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, 53 millones
de personas en América Latina padecen hambre. Casi el 7% de las
personas que sufren malnutrición en el mundo, viven en esta región.
Los países más afectados son Haití, Nicaragua, Bolivia, Colombia y
Honduras. La pobreza está detrás de esta realidad. También tienen
efectos devastadores los desastres naturales y los conflictos armados.

A nivel mundial, la situación más inquietante es la del continente
africano donde, de no mediar una acción directa de asistencia,
millones morirán de hambre. Los países símbolos de esta situación son
Sudán, Guinea, Sierra Leona y Angola. Afganistán y Corea del Norte
encabezan la desnutrición en Asía.

En América el caso más dramático es el de Haití donde el 61% de la
población nunca satisface sus necesidades básicas alimenticias.
Argentina, Uruguay, Ecuador, Chile y México marcan mayores avances en
cuanto a los niveles de alimentación.

[SINTESIS INFORMATIVA SEMANAL Nº 276 - 12/01/01 - COMCOSUR]


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9. EEUU:La dictadura de las minorías Por James Petras
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 En Estados Unidos, las elecciones sacan a la luz con frecuencia los
peores perfiles de los políticos, y muy en particular cuando hay algún
asunto de política exterior que afecta a alguna poderosa minoría
etnica o religiosa. En el actual conflicto entre palestinos y judíos,
por ejemplo, los dos principales candidatos a la Presidencia, George
W. Bush y Albert Gore, se han puesto del lado israelí. No han tenido
en cuenta a las víctimas: a un lado, 125 palestinos asesinados y miles
de jóvenes gravemente heridos; a otro, apenas una decena de muertos y
unas decenas de heridos por las pedradas. Carros y helicópteros de
combate israelíes atacan alojamientos civiles. Soldados israelíes han
bloqueado todas las carreteras por las que llegan alimentos y otros
suministros, pero, a pesar de ello, Gore y Bush siguen bailando, bien
agarrados, con los dirigentes políticos israelíes. La razón
fundamental no es otra que la contribución millonaria de los judíos
proisraelíes y de sus organizaciones a la financiación de las campañas
electorales, sobre todo, a la de los demócratas. Estos grupos de
presión gozan de una considerable influencia en los media, en la Casa
Blanca y entre todos los líderes de opinión. En otras palabras: no es
el voto judío, que apenas representa el 5% en todo el país, sino el
poder económico y político de los judíos alineados con Israel lo que
explica por qué los principales candidatos presidenciales se resisten
a condenar la matanza israelí de palestinos y por qué los medios de
comunicación se inclinan tan descaradamente a favor del Gobierno de
Ehud Barak. Un proceso similar tiene lugar con respecto a Cuba. Ambos
candidatos rivalizan en demostrar quién es el mayor enemigo de la
revolución cubana y el mejor amigo de los exiliados. En uno y otro
caso -el de Israel y el de el exilio de Miami-, los candidatos actúan
como si no existieran intereses económicos estratégicos. Y sí qu
existen: el petróleo árabe en Oriente Medio y los 2.000 millones de
dólares del mercado cubano. Dicho de otra forma: la política exterior
se guía por minorías nacionales que disponen de enormes sumas de
dinero y que gozan de una influencia agobiante sobre los políticos, en
especial durante las campañas electorales. Allí donde las minorías
etnicas económicamente poderosas brillan por su ausencia, los
principales candidatos políticos pueden permitirse hacer caso omiso de
las preocupaciones de sus conciudadanos. Muchos colombianos que
defienden los derechos humanos, por ejemplo, se sienten preocupados
por las destructivas consecuencias del Plan Colombia y por el
impresionante despliegue militar norteamericano. Sin embargo, ninguno
de los principales candidatos se digna siquiera a tratar el tema. Si
acaso, de forma indirecta, expresan su apoyo a la «guerra contra las
drogas». Docenas de colombianos caen asesinados cada semana a manos de
grupos militares y paramilitares, pero ni Gore ni Bush muestran la
indignación de la que hacen gala contra Yasir Arafat y Fidel Castro.
Los colombianos y los grupos de defensa de los derechos humanos no
tienen el poderío financiero o la influencia mediática de los judíos o
de los exiliados cubanos. Este desprecio por las minorías etnicas
resulta evidente en el caso del genocidio del pueblo kurdo a manos de
Turquía. El grupo de intereses kurdoamericanos intentó que el Congreso
reconociera el asesinato de dos millones de kurdos por parte del
Estado de Ankara. La Casa Blanca bloqueó este pronunciamiento legal,
debido a los lazos estratégicos de Washington con el Ejército turco.

Los medios de comunicación norteamericanos insisten en escribir la
palabra genocidio entre comillas, con lo que dan por buena la
propaganda turca. Cualquier presidente estadounidense que, en
similares circunstancias, pusiera en duda la autenticidad del
holocausto judío no duraría ni cinco minutos en la Casa Blanca y
resulta de todo punto inimaginable que un medio de comunicación
cualquiera negara el genocidio de los judíos.

En otras palabras: en las campañas electorales norteamericanas, las
minorías poderosas, etnicas y religiosas -como los judíos y los
exiliados cubanos- tienen capacidad para condicionar el programa y las
opiniones de los grandes partidos por encima de los deseos de los
demás votantes y de otros sectores económicos interesados. En el caso
de las minorías raciales que no son económicamente tan poderosas, como
los colombianos y los armenios, los candidatos a la Presidencia basan
su política en los intereses económicos y militares estratégicos de
los Estados Unidos, es decir, la tradicional búsqueda de la hegemonía
en el mundo o en una zona determinada. Las minorías etnicas y
religiosas imponen un alto grado de rigidez y de extremismo en la
política exterior. En Oriente Medio, el grupo judío de presión impone
muy estrechos márgenes a la capacidad de maniobra de un presidente
norteamericano. En una primera instancia, los candidatos deben
comprometerse a prestar a Israel su respaldo incondicional y 2.000
millones de dólares en concepto de ayudas. Una vez que se hayan
cumplido estas condiciones, Washington ya puede abrir conversaciones
con aquellos dirigentes árabes que estén dispuestos a aceptar las
prioridades de Washington en su escala de lealtades. En cuanto al
Caribe, Bush y Gore han de proclamar, en primer lugar, su lealtad a
los exiliados cubanos, antes incluso de empezar a hablar de su
política en relación con la isla. En cuanto a Asia, donde las minorías
religiosas y etnicas existentes no son tan poderosas, Washington
dispone de mayor flexibilidad a la hora de definir su política. No hay
grupos de presión coreanos, chinos o vietnamitas que puedan compararse
con el israelí. No tienen el peso suficiente para bloquear las
negociaciones y las relaciones de Washington con Corea del Norte,
Vietnam o China. De nuestro análisis sobre la política exterior de
EEUU, se desprenden dos lecciones fundamentales. La primera es que la
política exterior estadounidense se guía por las grandes empresas
multinacionales y por condicionamientos militares. Washington busca la
hegemonía en el mundo y los mercados económicos:, excepto cuando esto
choca con minorías nacionales bien organizadas y poderosas desde el
punto de vista financiero; en este caso, condicionan la política de
Estados Unidos de acuerdo con sus propias prioridades.

La segunda es que las campañas electorales de los principales
candidatos resultan muy vulnerables a una financiación estratégica
procedente de grupos étnicos y religiosos bien situados. Sobre todo
cuando esas influyentes minorías mantienen fuertes compromisos con
regímenes políticos en otros países. La mayoría de los electores
norteamericanos se sienten más preocupados por los asuntos de interés
nacional y sólo se interesan de forma marginal por la política
exterior -salvo en períodos bélicos-. Las minorías etnicas y
religiosas, sin embargo, pueden llegar a constituirse como un factor
importante en la definición de áreas determinadas de la política
exterior merced a su dinero, su organización y su fanática obsesión
por una causa concreta. Por supuesto, el riesgo consiste en que una
minoría nacional fanática, que apoya incondicionalmente a un régimen
extremista -y este es el caso de los judíos norteamericanos- puede
arrastrar a un enfrentamiento generalizado que afectaría al petróleo
de Oriente Próximo, lo que a su vez tendría efectos sobre la economía
y el nivel de vida de los Estados Unidos. Si eso llegara a ocurrir,
los intereses proisraelíes serían capaces de aplacar la cólera de la
opinión pública norteamericana. Aunque hoy no consigan hacerlo cada
vez que se producen matanzas en Gaza y Cisjordania.

E-mail: jpetras@binghamton.edu EL MUNDO - REBELION, 6 de noviembre del
2000: http://www.rebelion.org/petras.htm







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