Ruben Duarte on Sat, 14 Jul 2001 00:41:09 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] 1 año 2 de julio


México a un año del 2 de julio



Rubén Duarte Rodríguez





Ha pasado un año y la crisis política de autoridad y de poder que determinó
la histórica derrota del régimen priista el 2 de julio del año 2000, dista
mucho aún de resolverse. Las piezas del rompecabezas que favorecieron el
triunfo electoral de la derecha encabezada por Vicente Fox Quesada no
terminan aún de reacomodarse.
Más allá del escándalo de las sábanas, las toallas y los demás regalos para
los esponsales de Martha Sahagún con el presidente, que opacaron el primer
aniversario de su victoria electoral, están las terribles comparaciones
entre los hechos verdaderos, incontrovertibles y las falsas promesas
incumplidas:

Por supuesto, el levantamiento zapatista en Chiapas no se resolvió en quince
minutos -y de seguir las cosas como están, probablemente no se resuelva ni
en quince años-, ni siquiera se aprobó la iniciativa de la Cocopa basada en
los acuerdos de San Andrés que, con acotaciones, Fox hizo suya, lo que no
fue un obstáculo para que después aplaudiera el mamotreto de la reforma
aprobada por unanimidad por los senadores del PAN, del PRI y del PRD, con la
que pretendieron dar gato por liebre a los pueblos indios.

Pese a la fuerza derivada del multitudinario apoyo popular a la Marcha por
la Dignidad Indígena encabezada por el EZLN, que recibió los bastones de
mando tradicionales de muchos de estos pueblos, a la hora de las
definiciones, pudieron más la soberbia, el racismo y el cretinismo de los
legisladores, que decidieron apostar -igual que salinas y Zedillo- por el
alargamiento de un conflicto que ya lleva más de siete años y medio, pero
que representa cinco siglos de resistencia.

En Querétaro y en otras cárceles de otros estados siguen existiendo presos
zapatistas, así como otros indígenas y campesinos pobres por querer
recuperar sus tierras y que les sean respetados sus derechos humanos más
elementales.

La economía mexicana no crece al 7 por ciento anual, sino que el Producto
Interno Bruto podría llegar si acaso al 1.9 por ciento en el segundo
trimestre del año, según las últimas estimaciones del gobernador del Banco
de México, Guillermo Ortiz y se encuentra al borde de una nueva recesión
económica, arrastrada por su indexación y extrema dependencia de la economía
de los Estados Unidos, fruto envenenado del Tratado de Libre Comercio.

Siguiendo el razonamiento de Pablo González Casanova, continúa la crisis de
las políticas neoliberales globalizadoras que llevaron al empobrecimiento
económico-social y a la pérdida de autonomía y soberanía del Estado
mexicano, en tanto se mantiene la presión en los centros de mando
internacionales del imperio para que se sigan aplicando esas mismas
políticas privatizadoras y desnacionalizadoras a cualquier precio y por
cualquier medio.

Precisamente, en su apresuramiento por privatizar la electricidad, Fox pasó
por encima del congreso y tendrá que enfrentarse ahora a una controversia
constitucional ante la Suprema Corte de Justicia, que pondrá a prueba por
primera vez la independencia entre los tres poderes.

Hace un año, al hacer el recuento de lo ganado y lo perdido, Cuauhtémoc
Cárdenas planteaba que la elección del 2 de julio fue la puntilla al régimen
de partido de Estado, debido a que en su derrota, el PRI había perdido "su
columna vertebral y su savia: la línea política fijada hasta ahora sólo y
siempre por el presidente de la República y el acceso a la disposición
ilimitada e ilegal del presupuesto de la Federación".

El ex candidato presidencial de la izquierda legal condicionaba, para estar
seguros de que se está produciendo un cambio de fondo y no sólo de fachada,
que habría que ver si efectivamente se acababan las complicidades de la
narcopolítica; desaparecían del gobierno y de sus cercanías los que hacen
los grandes negocios al amparo del poder público o si solamente cambiaban
algunas caras y algunos nombres; se desarrollaba un sistema electoral
plenamente confiable y transparente, y el Estado, ahora con otros
tripulantes, dejaba de interferir en los procesos electorales y, sobre todo,
si los beneficiarios principales de las políticas públicas serían los
sectores de población mayoritarios y ya no un grupo reducido de financieros
y políticos, que han sido los privilegiados por las administraciones del
salinato.

Doce meses después, retomando el dilema cardenista, es evidente que todo lo
que hemos visto hasta ahora ha resultado sólo en un cambio de fachada. Al
fondo, en lo profundo del sistema político, continúan los mismos usos y
costumbres cortesanas, los mismos vicios, los mismos métodos unipersonales y
autoritarios del presidencialismo encarnado en el señor de las botas.

A pesar de las detenciones espectaculares y los golpes al llamado cártel de
Juárez, no se han acabado las complicidades entre políticos y
narcotraficantes, ni han desaparecido los grandes negocios al amparo del
poder público. La subordinación cada vez más burda y acrítica de la política
del nuevo régimen en esta materia a los esquemas de la DEA y el Departamento
de Estado norteamericano en su supuesta "Guerra contra las drogas" permiten
que se reproduzca este círculo vicioso en el más amplio sentido del término.

El sistema electoral más caro del mundo, lo que no es garantía alguna para
su confiabilidad y transparencia, ha mostrado claramente sus límites en
Tabasco, en Yucatán, en Veracruz y últimamente en Chihuahua y Durango, donde
el corporativismo y el clientelismo electoral priista, maltrecho y todo,
continúa redituando a los dinosaurios, caciques y líderes corruptos que se
resisten a la idea de que su hora ha llegado.

En fin, las repudiadas reformas sobre derechos y cultura indígenas, y el
proyecto de reforma fiscal que aún pretende imponer el cobro del IVA en
alimentos, medicinas, libros y transporte, son la más clara demostración de
que los beneficiarios principales de las políticas públicas de este gobierno
no serán los sectores de población mayoritarios, sino el mismo grupo
reducido de financieros y políticos privilegiados, que aceptaron la
transición "de terciopelo" del salinato al foxismo.



germinal@prodigy.net.mx



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