[nettime-lat] *...imagínate que...*

[hoxy chicken <hoxychicken@yahoo.com>]

anoche desperté luego de una terrible pesadilla.
niños y niñas gritaban sin parar,
había un gran alboroto y yo no sabia porqué.

al ir acercándome un poco al bullicio,
empecé a oír frases sueltas, pero no podía
identificarlas bien.
eran borrosas, como cuando un ojo se empaña...
yo seguí caminando, tratando de entender lo que
las chillonas e insoportables voces decían,
pero aunque mis piernas se movían, 
no lograba avanzar...

cuando por fin comprendí que mi intento por caminar
era inútil,
que éste se hacia mas lento cada que aumentaba la
velocidad,
un niño de ojos grandes se acercó 
y me dijo que no me esforzara más...
que cualquier esfuerzo estaba, de antemano,
perdido.



luego de mirarme como quien no dice nada,
se quedó parado al lado mío y luego de un silencio,
me contó la historia que originó la gritería.



los niños estaban intentando descubrir 
el misterio del silencio,
que los tenía en suspenso desde el año anterior.
era un juego de esos de la infancia,
donde uno empieza a contar una historia
y el otro la hila, viendo a ver que pasa...

todo iba bien,
hasta cuando el niño de gafas, 
que además era el que iba narrando la mejor parte, 
-la de acción-,
se cayó luego de tropezarse con un jarrón
que contenía un licor extraño,
que de inmediato, manchó todo alrededor.

al momento se dieron cuenta de que habían logrado 
despertar al gigante que vivía en el corredor,
era un gigante gruñón,
y este se había enfurecido, 
de tal modo,
que no solo amenazó a los niños 
con romperles el misterio en la cabeza de cada uno,
sino que además, 
llamó a una bruja que 
vivía en la misma colina, 
que era bien temida y esquivada no solo por los niños,

sino por todos en la población,
para que le ayudara a acabar con ese 
eterno problema de tener curiosos alrededor.

ella había conjurado un hechizo perpetuo,
un oscuro y hambriento humo negro pronto
fue ahogándolos a todos, incluso al gigante,
quien al instante se asfixió. 
tosiendo le exigió a la bruja que parara la maldición,
ella se disculpó sin pena, 
diciendo que lo había advertido, 
..."era un asunto sin solución"... 
 
al momento vieron como la colección de petunias
se marchitaban a la par de los niños,
entonces la furia de el gigante fue tal,
que la bruja pensó que no sería saludable
quedarse mucho tiempo alrededor,
el problema era que el conjuro no estaba terminado,
se necesitaba de un tiempo de reposo
para que la eternidad reacomodara la situación...

el conjuro fue modificado en el instante mismo,
de puro susto la bruja cantó una corta canción
que al parecer, la situación alteró.

la mutación como resultado dio
un hechizo que hacía de niños normales,
niños teñidos de humo, 
sin mucha alma,
sin nada mas que hacer, 
que ir por ahí,  
intentando poder volver a reconocer,
alguna vez, algún olor.


pero eso no fue todo, 
siguió contándome con dulce voz este niño,
resulta que mientras todos veían 
pelear a la bruja con el gigante, 
el mayordomo del árbol mayor 
aprovechó la situación
y luego de subir hasta la copa, 
desde donde divisaba todo mejor,
saco su báculo mágico 
y entonó unas frases en un idioma 
que no era el de la región,
pero tan mala suerte corrió,
que al apoyarse contra el tronco,
luego de dar una extraña voltereta,
el piso se le movió
y se cayó,
desde tan alto tan alto,
que ni un suspiro mas dio.


..."la niña de trenzas largas y oscuras
está convencida de que fue un ataque cardiaco,
no el mismo golpe, el que lo mató.
el niño pecoso alega que fue la bruja disfrazada de
tronco 
la que lo empujó.
la niña de cara redonda y crespos naranjas
opina que lo que mató al pobre señor
fue creerse capaz de conjurar en contra de una bruja
mala
cuando todo él, era puro corazón"...


el niño de ojos grandes me sigue contando,
con sus ojos grandes que no me dicen nada,
mientras veo como logro empezar,
nuevamente, a intentar caminar.

ya logro avanzar, voy despacio,
pero logro alejarme del infernal bullicio,
aunque este tiene un nuevo acento, 
y además es un tema distinto.
en vez de silencio,
juzgan a favor y en contra,
mientras inventan historias
sobre el pobre ángel que se cayó.


yo, por mi parte, suelto una lagrimita a su favor,
mientras los veo a todos desde lejos...
los saludo como intentando decir adiós.


cuando ya todos se veían pequeñitos,
un niño de cara muy tierna llegó corriendo y me contó,
que cuando el mayordomo estaba cantando,
alguno de ellos, por accidente, grabó la canción.
de inmediato la melodía sonó 
y cual fue mi sorpresa, cuando pude 
entender de una el canto, 
al ver mi cara el niño me explicó 
que esto se debía 
a que la grabadora tenía
un botón que se llamaba "traducción"...

las frases decían que
sería más conveniente
invertir el hechizo malvado
y convertirlo en un cuento de niños,
y que para esto ni siquiera sería necesario tener
buena voz,
tan solo entonar una melodía que moviera el alma,
una de esas que salen, a veces, del corazón.



...y fue entonces cuando me desperté,
sintiendo una lágrima huérfana
rodar hasta caer en la almohada
mientras me limpio la cara
con una mano que muy a menudo,
y por absurdo que parezca,
saluda como diciendo adiós.






liliana molina moreno
*(cuento dos, sueño.)*

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