Grano de Arena on Thu, 6 May 2004 01:00:54 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 238 - LLAMADO A LA RESISTENCIA


EL GRANO DE ARENA
Correo de información ATTAC n°238
n° 238 - Lunes 3 de mayo de 2004
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En este número
SECCIONES
                           A.- De interés general    B.- Latinoamérica      C.- ATTAC


A1. Cuando la realidad pierde sus matices: La renuncia de las potencias hegemónicas a la autocrítica y al multilateralismo, la debilidad de los foros de debate internacional, la definición de 'ejes del mal' frente a 'ejes del bien', la afirmación del 'conmigo o contra mí'... La actualidad internacional se multiplica en pistas de una creciente simplificación de los discursos políticos.

B1. Brasil: Los dilemas del ALCA y nuestro futuro: El año 2004 será decisivo para los rumbos del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que Estados Unidos quieren imponer al continente.  Y para que el gobierno brasileño defina su verdadera posición sobre el asunto.
B2. Bolivia: El Gobierno enfrenta  el primer paro. Incertidumbre política y angustias económicas Carlos Meza cumplió 6 meses en el gobierno, la Central Obrera Boliviana medio siglo y la población boliviana es partícipe de un escenario político enrarecido.  Prácticamente todos los medios de comunicación calificaron como de creciente incertidumbre la gobernabilidad del país.
B3.- Argentina: "Las fábricas recuperadas urbanizaron la propuesta de los Sin Tierra"
Los canadienses autores de la película La Toma creen que la experiencia de las fábricas recuperadas podría extenderse a las empresas privatizadas en todo el mundo. Que su legitimidad consiste en recuperar lo que pertenece a la comunidad. Que se trata de uno de los movimientos más radicales de la actualidad al devolverle la noción de poder a las personas, y al cambiar su idea sobre qué cosas son posibles. La democracia directa y los riesgos para una idea que recorre al mundo

C1. ATTAC-Francia: Llamado de la Resistencia del 8 de marzo de 2004: En ocasión de cumplirse los 60 años del Llamado a la Resistencia proclamado en 1944  por el Consejo Nacional de la Resistencia, cuando Francia se hallaba aún ocupada por el ejército nazi, ATTAC-Francia tuvo la iniciativa de conmemorar este trascendente Llamado convocando a los más desatacados e ilustres sobrevivientes de aquella gesta. Este importante acontecimiento tuvo lugar durante una reunión de ATTAC en Nanterre, el 13 y 14 de mayo próximo pasados. En dicha  oportunidad los convocados firmaron un nuevo llamado cuyo texto dado a conocer en una conferencia de prensa el 8 de mayo se incluye aquí.


 A1. Cuando la realidad pierde sus matices
                                          Roberto Noguerol*

La renuncia de las potencias hegemónicas a la autocrítica y al multilateralismo, la debilidad de los foros de debate internacional, la definición de 'ejes del mal' frente a 'ejes del bien', la afirmación del 'conmigo o contra mí'... La actualidad internacional se multiplica en pistas de una creciente simplificación de los discursos políticos.

Las posturas oficiales en torno a los centros del poder no admiten fisuras, y los matices del análisis diplomático se pierden frente a la concisión y la dureza de los halcones militares. Más que nunca, la inteligencia militar es una contradicción en los términos, como diría en su día Groucho Marx.

En la opinión de David Clark, fundada en su propia experiencia de consejero en su paso por el Foreign Office, nunca ha sido sencillo mantener una perspectiva frente al terrorismo, y menos en un contexto de atentados de extrema dureza como los recientes atribuidos a Al Qaeda. Aún así, escribía Clark en The Guardian que declaraciones como la del ex director de la CIA, James Woolsey, refiriéndose a una presunta 'tercera guerra mundial', ofrecen un "estúpido ejemplo de exageración de los que han caracterizado el debate en los últimos dos años y medio".

Según Anthony Sampson, en The Observer, la primera lección en antiterrorismo pasa por lo político, y no por lo militar. Sampson opina que el plan a largo plazo de un Bin Laden parece estar claro: con sus acciones espera una respuesta de máxima dureza de sus oponentes que al tiempo que le dé máxima publicidad le ayude en su tarea de reclutar nuevos apoyos.

El presunto ideólogo mayor de la aventura militar en Irak, Donald Rumsfeld, ha declarado que la anunciada decisión de retirar sus soldados de Irak, confirmada por el gobierno salido de las urnas en España, ofrecería evidencias a los terroristas "de que se pueden salir con la suya", demostrando una presunta falta de fuerza de la comunidad internacional. La idea expresada por Rumsfeld es ejemplo significativo de que la estrategia hegemónica en la actualidad, alrededor del eje Washington-Londres, va en dirección contraria a la priorización de la estrategia política sobre la militar.

La presión de los actuales halcones de la Casa Blanca para un ejercicio de dureza militar sobre Irak era manifiestamente anterior a la propia llegada de Bush al gobierno de los EE.UU., como ahora se pone de manifiesto. Y era incluso conocido que las firmas de Rumsfeld o Wolfowitz ya aparecían en públicas misivas a la administración Clinton bajo el auspicio de centros de poder del neoconservadurismo estadounidense en apoyo de este tipo de estrategias.

Los intentos de leer los resultados electorales en España en clave exclusiva de respuesta a los atentados de Atocha son ejemplificantes del problema. El Wall Street Journal ha editorializado sobre una presunta debilidad de la comunidad internacional respecto al terrorismo, realizando el análisis poselectoral español en términos de 'división social' y advirtiendo que las próximas elecciones en EE.UU., Polonia o Italia serían "una prueba para la coalición y su posición agresiva contra el terror".

El reduccionismo de esta interpretación es realmente alarmante, sobre todo por la constatación de que los influyentes pontificadores del Wall Street Journal sitúen la estrategia antiterrorista como clave central del debate electoral internacional.

Ignoran así cualquier condicionante socio-económico interno o externo, eliminando del análisis la coyuntura específica de cada uno de los países y el conjunto de políticas en torno a otros temas. Pronunciarse en ese sentido supondrá reconocer una excepcionalidad de la situación con la que se pretende defender la excepcionalidad de medidas que de otra forma serían abiertamente rechazadas por las mayorías sociales: la guerra es el ejemplo más significativo.

Y la excepcionalidad es, por desgracia, una situación en la que se sienten cómodos la mayoría de líderes internacionales, ya que se reducen los asuntos de interés público al mínimo y se favorece la transigencia con los modelos más autoritarios de liderazgo político. No es extraño que, como ha señalado Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique, algunos de los regímenes más represivos del mundo se hayan apresurado a incorporar el término 'antiterrorismo' en sus discursos, dedicándole el calificativo de 'terrorista' a cualquier voz crítica que pueda surgir dentro de sus dominios. 

La recuperación del camino hacia un contexto internacional que facilite la solución de caóticos escenarios como en el actual en Irak y evite nuevos episodios en la misma línea en un futuro próximo, pasa por la recuperación de todos esos matices. Reconocer la complejidad de los problemas, privilegiar la esfera política frente a la militar en la búsqueda de las soluciones, o al menos nunca restringir premeditadamente la primera de ellas, consolidar y fortalecer los organismos internacionales... La idea global podría quedar muy sabiamente expresada citando palabras de James Traub: "grandes dosis de paciencia y de modestia, cualidades que no parecen poseer de forma natural los pergeñadores de la política norteamericana".

*Periodista
Agencia de Información Solidaria
roberto@vieiros.com

B1. Brasil: Los dilemas del ALCA y nuestro futuro
                                         Joao Pedro Stedile*

El año 2004 será decisivo para los rumbos del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que Estados Unidos quieren imponer al continente.  Y para que el gobierno brasileño defina su verdadera posición sobre el asunto.

En estos quince meses de gobierno de Lula, la posición de Brasil ha sido oscilante.  Ora demuestra firmeza, ora vacila y parece aceptar los términos de un ALCA light.  La propuesta de un ALCA light pretende reducirlo a un acuerdo comercial, y apenas incluir las otras áreas de servicios, inversión y agricultura si hubiera un completo consenso. 

Aparentemente, la posición reduce las pretensiones de los estadounidenses, pero en el fondo abren la puerta para que impongan sus intereses.  A través de acuerdos bilaterales o puntuales por sectores, Estados Unidos impone los puntos que no son consenso a los demás países.
 
La posición brasileña ha generado muchas interpretaciones, por varias razones.  Sin embargo el gobierno reafirma que el ministro Celso Amorin es el conductor de las negociaciones, pero son públicas y notorias las divergencias con los ministros del área económica y sobretodo con el de agricultura.  Haciéndose más al juego del capital transnacional que a la defensa de los intereses brasileños.

Itamaraty está defendiendo la idea del ALCA light.  Eso reduciría la pretensión inicial de Estados Unidos, que la desea amplia, general e irrestricta.  Pero proponer y aceptar el ALCA es someterse a un proceso de subordinación. 

Y eso genera dudas si es una táctica de negociación o una posición que Brasil acepta.

El presidente Lula y otros próceres del gobierno hacen con frecuencia defensa enfática de la idea de que el "libre comercio" es benéfico.

Hemos argumentado, en la campaña brasileña y continental contra el ALCA, que es necesario informar y concienciar a nuestro pueblo de que el ALCA no constituye un mero acuerdo comercial entre dos o más partes, en el cual todos pueden ganar.  El ALCA es apenas un marco jurídico, un paraguas para dar legalidad a la libertad de acción que el capital de las quinientas mayores empresas de Estados Unidos necesita.  Las empresas precisan del ALCA para hacer lo que ellas quieran en nuestro territorio, con nuestras riquezas, energía, agricultura, semillas, mercado, servicios, educación, moneda, y así aumentar sus ganancias y dominio sobre la economía y sociedad brasileña.

El ALCA es la forma de eliminar las fronteras "legislativas" de los países e impedir que los estados nacionales sometan el capital a los intereses de la población.  Es un proyecto de ampliación de los dominios del capital.  Por lo tanto, no se trata de establecer si es amplio o light, el ALCA es contrario a los intereses del pueblo y de la economía.  Estudios de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) y de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) comprueban que la mayoría de los empresarios brasileños serian perjudicados, pocos ganarían.
Es preciso combatir la falsa idea de que el libre comercio es beneficioso.  Eso es apenas una ideología del liberalismo comercial recalentado del siglo 18, el propio Keynes, que no era ningún izquierdista, alertó en 1930 que el estado tenia un papel fundamental, regulador, para la estabilidad de la economía y el desarrollo de las naciones.

Es verdad que la actual correlación de fuerzas en el continente no nos permite arrebatos de confrontación con el norte, pero también es verdad que la mayor fuerza de la que dispone un país está en su pueblo.  Si el gobierno no tienen fuerza o coraje suficiente para enfrentar el capital que viene del norte, debe saber que su fuerza reside en la capacidad de movilizar al pueblo, para defender los intereses nacionales.

Hemos hablado en la campaña contra el ALCA que no esperamos del gobierno que adopte las mismas tácticas de los movimientos sociales.  Pero él tiene la obligación de mostrar total transparencia sobre lo que se está negociando en nombre del pueblo.  Debe usar los medios de comunicación para aclarar y concienciar a la población.  El gobierno no tiene el mandato para realizar acuerdos internacionales que hieran nuestra soberanía.  Defendemos el derecho del pueblo brasileño a decidir, en plebiscito, las negociaciones y acuerdos sobre el ALCA.

Hay proyectos en el Congreso estableciendo la consulta al pueblo, pero eso es insuficiente.  Esperamos que en los próximos meses, en los que se aproxima la fecha decisiva de confrontación con los intereses del capital estadounidense, se intensifiquen las movilizaciones populares en Brasil y en toda América Latina para impedir la implantación del ALCA.

* Joao Pedro Stedile es miembro de la coordinación del MST
y de la CMS.

B2. Bolivia. El Gobierno enfrenta el primer paro. Incertidumbre política y angustias económicas

Carlos Meza cumplió 6 meses en el gobierno, la Central Obrera Boliviana medio siglo y la población boliviana es partícipe de un escenario político enrarecido.  Prácticamente todos los medios de comunicación calificaron como de creciente incertidumbre la gobernabilidad del país.

El presidente viajó al encuentro de su homólogo argentino y juntos firmaron acuerdos para la venta del gas por espacio de 6 meses, incluyendo la salvaguarda de que "ni una molécula" debe ser revendida a Chile, y otro de carácter migratorio que busca paliar la situación de varias centenas de miles de bolivianos y bolivianas que constituyen las nuevas "cabecitas negras" -mano de obra barata- en el país gaucho.

En otras circunstancias el gobierno hubiera obtenido un rédito formidable por los millones de dólares que obtendrá Bolivia por la venta del Gas.  En la situación actual ello no es posible, salvo en algunos sectores del país, como Tarija y Santa Cruz, cuyas élites políticas abanderan radicalmente la propuesta de la venta de gas, habiendo llegado a amenazar inclusive con aprestos separatistas.

Los intereses de las transnacionales petroleras que firmaron 84 contratos lesivos al interés boliviano, aprovechando la política neoliberal del gobierno de Sánchez de Lozada, esperan y presionan por mantener su privilegiada condición y se han anotado un triunfo parcial pues, el anteproyecto de nueva Ley de Hidrocarburos elaborado por el Poder Ejecutivo mantiene el statu quo de los contratos del gobierno anterior.

En este contexto, el debate sobre el gas -en la práctica- ha gasificado la situación política y hoy 22 de abril el gobierno de Meza deberá enfrentar la prueba más difícil de su condición "seismesina".  Las universidades del país, agobiadas por el escaso presupuesto están paralizadas, en todas las ciudades con recintos universitarios ha habido intensas movilizaciones en estos días y el escenario se ha tensado al extremos que se espera una jornada mucho más intensiva, bajo la consigna de "paro movilizado y con bloqueos".  El otro actor clave de la paralización está constituido por los trabajadores del transporte que demandan seguridad con relación al tema del precio de los combustibles.  La gasificación de la situación política radica en que universitarios, transportistas, y las principales fuerzas políticas no tradicionales junto a los movimientos sociales relacionan y vinculan directamente sus demandas con la exigencia de cambios profundos en la política sobre hidrocarburos.

El contexto se enrarece mucho más con los rumores acerca de proyectos golpistas a los que no estarían ajenos (por lo menos a nivel de deseo) los partidos tradicionales que todavía controlan las directivas de las cámaras de diputados y senadores y la presidencia del Congreso que - en Bolivia- también desempeña la función de Vicepresidencia de la República.

América Latina debe prestar atención especial al curso de los acontecimientos del día jueves 22.  Ya el miércoles 21 la policía que había permitido las marchas y bloqueos de los universitarios, los enfrentó tratando de disolverlos.

La población paceña y de otros departamentos evocó con preocupación los sucesos de mayo y octubre del 2003.  Algunos se frotan las manos.  Otros esperan una respuesta ecuánime el gobierno y un giro que le permita ampliar espacios de negociación.  Las cartas están echadas y las fuerzas democráticas permanecen en vigilia.

Servicio Informativo "Alai-amlatina"
Agencia Latinoamericana de Informacion - ALAI
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B3. "Las fábricas recuperadas urbanizaron la propuesta de los Sin Tierra"

Entrevista a Naomi Klein y Avi Lewis en Buenos Aires

-¿Por qué eligieron las fábricas como tema de la película?

NAOMI: Porque creo que las fábricas son la alternativa más concreta de algo nuevo. Teníamos planes muy ambiciosos de poder mostrar un espectro muy amplio sobre los piqueteros, las asambleas, las fábricas, pero empezamos a enfocar más la visión porque queríamos contar una buena historia. Y que esa historia combinara muchos temas que están en discusión, como democracia directa, democracia participativa, el derecho al trabajo y las micro empresas como respuesta a la globalización.

Allí fue que sentimos que la historia de las fábricas recuperadas era las que mejor combinaban todo eso.

La cuestión es que cuando llegamos a la Argentina, las asambleas vecinales eran muy fuertes, y también los movimientos piqueteros. Ahí es cuando decidimos hacer la película. Volvimos a casa, a Canadá, juntamos el dinero y el equipo, volvimos varios meses después, y encontramos que el movimiento asambleario había decaído mucho, y que varios movimientos piqueteros estaban en una crisis política con relación al gobierno. Mientras tanto, el movimiento de fábricas ocupadas estaba creciendo y expandiéndose.

Pero además, el objetivo de la película desde el principio era centrarse en alternativas. Mostrar que hay respuestas, que hay otras formas de manejar una economía. Y eso significa hablar de producción. No es suficiente plantear teorías. Hay que empezar a ver los ejemplos de producción de una economía alternativa.

-Además de la producción material, ustedes parecen percibir allí la producción de una nueva forma de política.

NAOMI: Sí, creo que es cierto. No es el único lugar donde se observa una nueva manera de hacer política, pero allí existe esa combinación de democracia directa en el proceso de decisiones asamblearias, con el espíritu, el derecho a tomar medidas para satisfacer las necesidades de supervivencia. Son los dos temas que unen lo que llamaríamos nuevas políticas alrededor del mundo.

Y se ven esos dos elementos en muchos lugares y movimientos distintos, pero creemos que se unen de manera muy poderosa en el movimiento de fábricas recuperadas.

-La Toma entonces se refiere a la toma de fábricas, pero también a la toma de decisiones sobre la propia vida.

NAOMI: Sí, creo que hay muchos significados distintos. Tomar decisiones, medidas, tomar lo que nos corresponde y es nuestro. Recuperar activos públicos. Redefinir incluso lo que es público y lo que es privado.

Pero también se trata de un nuevo espíritu que atraviesa al nuevo activismo alrededor del mundo. Vi en Sudáfrica, en una protesta durante la cumbre mundial sobre desarrollo sustentable y contra la privatización del agua, un cartel muy simple y mal escrito que decía: "No pidas. Toma". "Dont ask, take". Es un desafío a la forma tradicional de hacer política en ese país, en mi país, y acá también. Por un lado, se presiona al gobierno, se hace un petitorio, se pide para hacer valer los derechos de uno. Pero hace mucho que ese modelo no funciona. Así que lo que vemos alrededor el mundo, con el Movimiento Sin Tierra en Brasil, las fábricas aquí, es que la gente ya no pide, sino que toma lo que es suyo. Hay un conflicto -incluso legal- entre el derecho a la propiedad, y estos otros derechos. En Brasil, por ejemplo, hay leyes que dicen que la tierra no productiva puede ser ocupada y puesta a producir. En mi país, se dice que la gente tiene derecho a la vivienda, aunque no tenga casa. En Sudáfrica la constitución dice que todos tienen derecho al agua. Pero en la práctica estos derechos no se respetan y lo que se aplica es el derecho a la propiedad privada con pleno apoyo del poder estatal.

Entonces plantear "No pidas, tómalo", no significa robar, sino tomar lo que es nuestro pero se nos está negando.

-El derecho al trabajo, por ejemplo. Algo llamativo es que quienes han protagonizado esta recuperación de fábricas en la Argentina no son obreros "concientizados" al estilo de lo que suele reclamar la izquierda.

NAOMI: Es que creo que este proceso desafía la idea misma de quién es y qué es la izquierda. Hay gente que reclama para sí ese cartel y esa marca, pero creo que cada vez más ese cartel y esa marca no son coherentes con las personas que realmente están tomando las medidas que están cambiando las vidas, cambiando al mundo y creando precedentes para cosas nuevas.

En realidad no sé siquiera cómo hablar de esto sin meterme en problemas (se ríe).

Pero creo que el debate sobre la izquierda ya es irrelevante, porque lo principal para alguien a quien le importe la justicia social es entender quién está actuando, y quién está simplemente hablando.

Lo interesante es que hay teoría que está creándose desde estos nuevos movimientos sociales. Pero es un tipo de teoría que primero está testeada en una acción concreta. Si funciona en la práctica, sobrevive como teoría. Entonces, si la democracia directa es una manera efectiva de manejar una fábrica, sobrevive como teoría.

-O sea que el carácter radical, o de izquierda, o como se lo quiera llamar, no depende de los discursos o programas, sino de las acciones concretas.

NAOMI: Sí. Todo puede empezar con una necesidad práctica de un grupo de personas de salvar su empleo. Pero ese acto luego genera la necesidad de otra serie de actos, incluyendo el cambio de las leyes, y de una nueva relación con el poder.

Si consideramos a Brasil y la reforma agraria, creo que el movimiento de fábricas recuperadas ha urbanizado la propuesta del MST (Movimiento Sin Tierra). Hasta usan el mismo eslogan: ocupar, resistir y producir. Son la versión urbana de lo que postulan los Sin Tierra. Ahí es muy claro que al ocupar la tierra y ponerla a producir, se empiezan a satisfacer las necesidades básicas de tu familia, pero eso tiene que ir de la mano con la lucha por la reforma agraria. Y creo que lo mismo es cierto aquí.

Tiene que haber cambios radicales en las definiciones de propiedad privada, de quiebra, en la relación con las corporaciones multinacionales, para que esto crezca y sea sustentable.

-Otra vez la paradoja. La recuperación de empresas es vista con hostilidad por la derecha, pero también por la izquierda que rechaza el modelo de las cooperativas y plantea que Brukman es un fracaso, pese a que los trabajadores recuperaron la fábrica y están produciendo.

NAOMI: Realmente son pequeños grupos de personas protegiendo su propio poder, su propia relevancia, y su auto percepción como sujetos importantes con respecto a la evolución de la clase trabajadora. Hay mucha gente acostumbrada a hablar a favor de la clase trabajadora. Es una larga historia de gente de clase media hablando desvergonzadamente sobre los trabajadores y las masas. Pero cuando la clase trabajadora empieza a hablar y a actuar por sí misma, desarrollando sus propias ideas y sus propias teorías, se convierte en una amenaza enorme para los que creen que la mejor forma de respetar la historia de la izquierda es nunca tener una nueva idea. (Se ríe) Otra vez estoy entrando en problemas.

-¿Qué cambios notaron en los obreros con los que estuvieron en contacto durante la filmación?

NAOMI: Vimos cambios muy grandes desde el día de la ocupación. La primera transformación tuvo que ver con la confianza y la dignidad. Había mucha vergüenza en varios de los hombres porque estaban sin empleo, o haciendo trabajos precarios e informales, como cartoneros. Tenían incomodidad en admitirlo, en hablar al respecto. Hay una escena de la película que me impresionó mucho: cuando ganan la Ley de Expropiación, y sin embargo lloran.

Fue un momento muy extraño al filmarlo. Esa escena la dirigí yo porque Avi estaba en Neuquén. Yo esperaba que la gente estuviera contenta. Pero no. Todos se desmoronaron. Recuerdo que al día siguiente le dije a Avi: "Pasó esto, y no sabemos por qué. Y nuestros espectadores no van a entender por qué". Luego comprendí que lo que ocurrió en ese momento es que habían estado conteniéndose tanto tiempo en su rol como jefes de familia, tratando de ser valientes y duros, que cuando finalmente ocurrió algo bueno, eso les dio permiso para desmoronarse.

Allí pudimos entender mucho mejor lo que habían estado atravesando, y logramos poner algo de eso en la película para que el público pueda comprenderlo. No están llorando de alegría. Están llorando porque finalmente tuvieron un poquito de espacio para sentir cuánto estuvieron sufriendo. Así que vimos cambios de ese tipo. No solo en ellos. También en nosotros. Todos cambiamos. Y después de esa victoria, la gente empezó a sentirse con mucha más confianza para hablar.

Otro cambio muy fuerte, al vivir todo lo que vivieron, es que lograron evitar que hubiera nuevos jefes, nuevas jerarquías entre ellos. Asumieron una democracia directa, en asamblea.

Me gustaría agregar algo sobre esto. El momento más triste al observar la evolución de cualquier movimiento político o social es ver cómo estos movimientos nacientes que están tratando de encontrar su propia voz, nuevas formas de relaciones y de poder, dispersando al poder concentrado y creando nuevas oportunidades, se ven interrumpidos y saboteados por gente que no tiene interés en la democracia.

Lo hemos visto en las asambleas vecinales donde había un hermoso proceso. La gente se reunía hablando con su propia voz, experimentando, sin dogmatismo, y luego los partidos políticos entraron y una vez más centralizaron el poder, usando esa apertura para sus propios propósitos.

Todos vimos como coparon las asambleas vecinales. Es gente que haría lo mismo con las fábricas ocupadas, y que están interfiriendo con las posibilidades de la democracia que se están erigiendo, y las ven como una base política. Creo que las fábricas están resistiendo ese proceso, pero es una lucha difícil porque también necesitan mucho apoyo. Todo el que puedan conseguir. Así que hay cambios, algunos positivos, y algunos retrocesos. Creo que sería un poco ingenuo decir que todo es maravilloso.

AVI: Yo iría más lejos. Diría que este es un momento totalmente crítico para el movimiento de fábricas recuperadas. Porque llegó a cierto nivel, hay mucha gente trabajando, hay gente haciendo dinero, y ahí aparecen los que quieren usarlo como base política.

La dificultad para los obreros, es que ellos simplemente quieren trabajar. Y si hay un salvador que viene a utilizar sus contactos políticos para ayudarlos a recuperar sus fábricas, para que logren contratos, o para evitar la represión, por supuesto van a estar tentados de ir con él.

Pero el espíritu de la democracia queda bajo una profunda sombra en este caso. Yo no pretendo hacer creer que estas son cuestiones sencillas. La gente necesita trabajar. Y este es un movimiento pragmático, que tuvo éxito sin atarse a ninguna ideología. Ha sido flexible para elegir los senderos más convenientes. Es un movimiento nuevo, con nuevas tácticas. Y siempre encuentran nuevos caminos. Eso es fantástico, y muy inspirador.

Pero hay también claramente amenazas a la democracia del movimiento.

NAOMI: Y esa democracia directa es lo que hace que el movimiento sea distinto. Las fábricas ocupadas no son nuevas. En la película decimos que ha habido fábricas ocupadas en Rusia o Cuba. Lo nuevo es que no son manejadas por burócratas estatales.

AVI: O caudillos.

NAOMI. Esto las diferencia de un estado socialista fracasado.

AVI: Es un fenómeno del nuevo autonomismo. La verdadera democracia de los obreros en cada fábrica, eso es lo más inspirador para la gente alrededor del mundo. Eso es lo más radical, y lo más revolucionario.

Pero requiere una cantidad de coraje increíble enfrentarse no solamente al Estado, a los dueños, a la policía, a los jueces y legisladores, sino también a cualquiera que quiere entrar a una fábrica, dividir a la gente y decirles qué es lo que deben hacer. Sea basado en un partido político, o que estén tratando de construir su propio poder a partir de las fábricas. Eso es lo más triste que hemos visto al regresar.

-Ustedes cuentan que cuando los acusaban en Canadá y los Estados Unidos de no tener propuestas alternativas que mostrar, se pusieron a buscar y encontraron el movimiento de recuperación de fábricas. ¿Creen realmente que son una alternativa frente al actual modelo?

NAOMI: Sí. Representan un cambio muy simple en la manera que pensamos. No es fácil de hacer, pero la idea es tremendamente poderosa por su simplicidad y por su versatilidad. No pidamos: tomemos. Recupera lo que es tuyo. No es solamente con respecto a las fábricas. Y creo que ya está ocurriendo en varios países.

AVI: Primero, que la idea se está diseminando. Empieza a verse en otros lugares de Latinoamérica. Pero esto tiene mucho más potencial que simplemente la táctica de tomar empresas y manejarlas colectivamente. Ese potencial está en la manera en que este movimiento propone un desafío: ¿Quién es el dueño de la capacidad productiva de una sociedad?

Este es el argumento de la propiedad moral. Estamos en un momento de ganancias récord de las corporaciones en todo el mundo, y tremendas reducciones y achiques en países industrializados y en desarrollo. Cada vez hay más subsidios e incentivos para atraer inversores, porque todos los países tienen que competir, y existe además de un daño ambiental sin precedentes. Todo eso es sufrido por la comunidad.

Entonces el argumento es que la gente tiene un derecho legal a beneficiarse de las empresas de su comunidad, que ellos han pagado muchas veces a través del Estado, de los subsidios y de las enormes ganancias que tienen esas empresas, que a su vez muchas veces sólo causan perjuicios a la comunidad.

La gente tiene un derecho a retomar esas empresas que les han quitado tanto y que les han devuelto tan poco.

Esa idea puede ser aplicada en muchos contextos. No sólo con respecto a las fábricas recuperadas.

-¿Por ejemplo?

NAOMI: Creo que vamos a verlo más y más con respecto a los servicios, cuando se reviertan las privatizaciones que han sido semejante desastre en todo el mundo, no sólo aquí. Hay empresas estatales vendidas muy baratas a empresas privadas que todavía siguen siendo subsidiadas. Ocurre con aerolíneas, con trenes, y la gente se está hartando de tener que ayudar a mantener a flote a estas empresas. Me parece que vamos hacia un proceso de renacionalización. Pero la cuestión es: ¿se puede renacionalizar de manera democrática?

-Lograr que las empresas sean verdaderamente públicas.

AVI: El secreto está en la participación de los empleados y de los usuarios.

NAOMI: Estamos pensando en esto hasta en Rusia. Algunas de las primeras privatizaciones que fueron tan corruptas, ahora están siendo cuestionadas por Putin, que también es un corrupto, pero se dio cuenta de que la gente se está enojando mucho.

-La paradoja es que esos servicios podrían ser más eficientes en manos de los trabajadores, que en manos de los que hablan de eficiencia.

NAOMI: La gente que habla de eficiencia ya tuvo su década. Ya tenemos un prontuario sobre ellos. Hay algo interesante. Yo vengo de Irak, donde están tratando de imponer, allí también, este modelo. Irak ha estado muy aislado durante 35 años bajo Hussein, y tienen muy poca información sobre privatizaciones, pero aún así cuando los norteamericanos llevaron a los rusos para decirles qué gran idea era vender todos sus activos estatales empezando por el petróleo, los iraquíes les contestaron que se fueran al carajo.

-Además de las amenazas externas, ustedes observan una situación de peligro interno para las fábricas si son utilizadas políticamente. ¿Se refieren a la cooptación por parte del Estado? ¿Y cómo se combate?

AVI: Después de ocupar, resistir y producir, hay que volver a resistir otra vez. Los procesos de resistencia deben continuar. Un obrero nos dijo que es difícil recuperar una fábrica, pero más difícil aún es recuperar a la gente que trabaja allí. El objetivo no es sólo recuperar una empresa, sino la acción colectiva. Y el objetivo es también superar generaciones de un individualismo que solo garantiza que permanezcamos divididos. Pero no quiero volverme muy abstracto. En la práctica, una fábrica ocupada significa que debe tener una asamblea abierta, que es ahí donde deben tomarse las decisiones, y tiene que ser verdaderamente democrática.

Quiere decir que debería haber debate, debería haber discusión, y todo eso debería ocurrir abiertamente.

Aquí en la Argentina mucha gente recuerda lo que ocurrió en la resistencia a la dictadura, cuando todo tuvo que ser secreto. Tenemos amigos con los que hemos hablado mucho, que cuentan que cuando el proceso de decisión es secreto y clandestino, es más corruptible.

Cuando las discusiones son a cielo abierto, es más difícil que exista corrupción o manipulación. Puede ser menos eficiente actuar así, más agotador. A veces desmoralizador, a veces euforizante. Pero es real. Y es la única esperanza. Lo que vimos en Zanón, aunque hay contactos con partidos políticos y líderes que pertenecen a partidos políticos, es que las asambleas son las que le dicen a los dirigentes lo que tienen que hacer. Los dirigentes ganan unas y pierden otras.

NAOMI: Pero están más comprometidos con la democracia que con su ideología particular.

AVI: No es solamente una cuestión de afiliación, sino de apertura a la democracia y a la diversidad de opiniones. Aún en un lugar en el que la dirigencia esté absolutamente afiliada a un partido político, puede haber más democracia que en una fábrica en la que los dirigentes tienen su propia agenda política, pero se niegan a reconocerla.

NAOMI: Creo que Zanón es uno de los ejemplos más inspiradores del mundo en estas luchas entre partidos políticos, intelectuales que opinan, y la gente que hace el trabajo. Es todo abierto. Surgen problemas, pero creo que es una comunidad más pequeña, y eso influye. Mi sensación es que la gente se comporta de una manera distinta que en las ciudades grandes.

Cuando estás en una ciudad enorme siempre podés hacer de cuenta que nunca vas a volver a ver en tu vida a la persona con la que estás hablando. Se puede decir cualquier cosa. Podés comportarte de maneras muy destructivas, porque esta ilusión de que te podés perder en la multitud.

Y hay mucho más espacio para volverte cerrado en tu facción. Pero hay algo en el tamaño de Neuquén: no importa que la gente sea del MTD, trotskista o peronista: saben que se van a cruzar con todos en el supermercado más tarde. Entonces todos se comportan sabiendo eso. Creo que tiene que ver con la civilidad. O la convivencia.

-Lo que se nota en el Alto Valle es que cuando hay problemas, tiran piedras todos juntos.

NAOMI: (riéndose) Se ve un espíritu de comunidad. Y la gente que vive en comunidades reales tiene más experiencia de cooperar, y si la cooperación es lo que está en el núcleo de esta lucha, tiene sentido que les salga mejor.

-Ustedes conocen mucho de los movimientos sociales argentinos, donde se notan dos cosas. Un ambiente interno un poco melancólico y depresivo -the tango experience- y del otro lado, muchos extranjeros llegan y se entusiasman al percibir signos de vitalidad y potencia transformadora. ¿Ustedes donde se ubican?

AVI: No quiero ser centrista, pero sentimos una mezcla de ambas cosas. Uno de los roles que podemos jugar constructivamente como extranjeros consiste en venir sin tango en el corazón, y contarles todo lo que vemos.

Y aquí nos dirán siempre que somos unos ingenuos, que no sabemos de qué hablamos, que no comprendemos la historia y que somos imperialistas culturales que no tenemos derecho a contarles a ustedes cuál es su realidad. Pero la película es una expresión de nuestro permanente asombro, la motivación y la esperanza que nos genera lo que está ocurriendo aquí.

Por viajar por tantos países podemos ver que aquí hay sin duda nuevas formas de organización, nuevas maneras de mirar el mundo, que están emergiendo y que tienen que ser compartidas con el resto del mundo, más allá de que creas que su destino puede ser trágico.

Eso no significa que no nos impregne el tango cuando venimos, nos ponemos tristes cuando vemos las dificultades que hay para emerger.

Pero yo creo que estos momentos, tales como el 19 y 20 de diciembre, momentos como estos años de crecimiento del movimiento de fábricas recuperadas, cambian a la gente. Cambian su idea de lo que es posible. Y esa puede ser la idea más radical que no pueda imaginar. Lo que ocurre con las fábricas, lo que ocurrió el 19 y 20, es lo que todavía puede ocurrir todos los días en la Argentina. -Lo que muestran ustedes entonces es a las fábricas como una cuestión de poder: no como lugar de privilegio y dominio, sino como capacidad de hacer cosas y transformar la realidad.

AVI: Claro, se trata exactamente de una palabra que ustedes usan: protagonismo. No existe con un sentido equivalente en inglés. Pero es una idea muy fuerte en el corazón de la lucha de las fábricas. Los protagonistas son los trabajadores. Son ellos los que van a cambiar su futuro.

Esa idea de que pequeños grupos de personas tienen poder para cambiar sus circunstancias en la esfera en que trabajan y viven, sin esperar a un caudillo o a un salvador, y que toman poder para compartirlo entre ellos, esa es una noción muy distinta del poder, y una cosa muy importante en esta época.

-Ustedes planteaban que este es un momento crítico para las fábricas. ¿Cuál es ese riesgo?

AVI: Yo veo el riesgo en que en el movimiento hay facciones. Me hablan de las fábricas "del PTS" (Partido de Trabajadores Socialistas al que pertenece, por ejemplo Raúl Godoy, de Zanón), o de fábricas "de Murúa" o "de Caro" (presidentes de los dos movimientos que más empresas y fábricas recuperadas congregan). ¿Es así? ¿En qué sentido una fábrica es de uno de ellos? Si las fábricas son de alguien, o de un partido, entonces tenemos problemas.

NAOMI: Cuando hablamos con los obreros ellos se identifican con los obreros de otras fábricas recuperadas, y están en contra de cualquier intento de mantenerlos divididos.

Por ejemplo la película muestra que los trabajadores de Forja estaban muy interesados en lo que pasa en Zanón, aunque pertenezcan a sectores distintos. Y Matilde, de Brukman, dijo "cuando vi en la película que los muchachos también lloraban entendí que somos parte de la misma lucha".

Tienen diferencias, pero lo más importante que tienen son sus semejanzas.

AVI: Creo que cada vez más los obreros deberían visitarse y conocerse entre sí. Así se rompen los estereotipos. Algunos dirigentes de los movimientos me habían dicho que en Zanón eran todos troskistas, que la situación en la fábrica era autoritaria y poco democrática. Encontré algo totalmente diferente. Había algo de verdad, pero lo habían convertido en el todo. Lo mismo puede pasar con cosas que se digan sobre Ghelco, Lavalán, Chilavert, o cualquier otra. Esa es otra lucha que se puede vencer: sólo se trata de lograr que los obreros se conozcan entre sí, para romper los estereotipos y los prejuicios. Es cierto: lo más valioso que tienen son sus semejanzas.

C1. ATTAC-Francia: Llamado de la Resistencia del 8 de marzo de 2004

Introducción:
En ocasión de cumplirse los 60 años del Llamado a la Resistencia proclamado en 1944  por el Consejo Nacional de la Resistencia, cuando Francia se hallaba aún ocupada por el ejército nazi, ATTAC-Francia tuvo la iniciativa de conmemorar este trascendente Llamado convocando a los más desatacados e ilustres sobrevivientes de aquella gesta. Este importante acontecimiento tuvo lugar durante una reunión de ATTAC en Nanterre, el 13 y 14 de mayo próximo pasados. En dicha  oportunidad los convocados firmaron un nuevo llamado cuyo texto dado a conocer en una conferencia de prensa el 8 de mayo se incluye a continuación.

Llamado a conmemorar el Sexagésimo aniversario del Programa del Consejo Nacional de la Resistencia del 15 de marzo de 1944.

Cuando actualmente vemos abandonar las conquistas sociales de la Liberación, los veteranos de los movimientos de Resistencia y de las fuerzas combatientes de Francia Libre (1940-1945) convocamos a las jóvenes generaciones a vivir y a transmitir la herencia y los ideales siempre actuales de la democracia económica, social y cultural.

Sesenta años más tarde, el nazismo está vencido, gracias al sacrificio de nuestros hermanos y hermanas de la Resistencia y de las naciones que se unieron contra la barbarie fascista.  Su amenaza sin embargo, no ha desaparecido totalmente y nuestra indignación contra la injusticia se mantiene intacta.

Convocamos, ardientemente, a conmemorar la actualidad de la Resistencia, no en provecho de las causas partidistas o de su  instrumentación  por apuestas del poder, sino para proponerles a las generaciones futuras cumplir con tres gestos humanitarios y profundamente políticos en el verdadero sentido de este término, para que la llama de la Resistencia no se extinga nunca:

Convocamos en primer lugar a los educadores, a los movimientos sociales a las colectividades públicas, a los artistas, a los ciudadanos, a los explotados, a los humillados a conmemorar juntos el aniversario del Programa del Consejo Nacional de la Resistencia (C.N.R.) aprobado en la clandestinidad el 15 de marzo de 1944: seguridad social y pensiones, "control de los feudos económicos", el derecho a la educación y a la cultura, una prensa independiente del dinero y de la corrupción, leyes sociales obreras y agrícolas, etc. para todos.¿Cómo es posible que hoy en día  no haya recursos para mantener y ampliar estas conquistas sociales, cuando, desde la Liberación, en una época en que Europa estaba arruinada, se ha producido un considerable aumento de la riqueza?. Los responsables políticos, económicos e intelectuales y el conjunto de la sociedad no deben dejarse impresionar  por la actual dictadura internacional de los mercados financieros que amenazan a la paz y a la democracia.

Convocamos además a los movimientos, a los partidos, a las asociaciones, a las instituciones y a los sindicatos herederos de la Resistencia a superar sus luchas sectoriales y a consagrarse prioritariamente a las causas políticas relacionadas con las injusticias y los conflictos sociales y no solamente a sus consecuencias, a diseñar juntos un nuevo "Programa de Resistencia" para nuestro siglo,  conscientes de que el fascismo se nutre siempre de racismo, de intolerancia y de guerra  a los que  también alimentan las  injusticias sociales.

Convocamos también a los niños, los jóvenes, los padres, los ancianos y los abuelos, a los educadores, a las autoridades a emprender una verdadera y pacífica insurrección contra los medios masivos de comunicación de masas que no proponen  a nuestra juventud otro horizonte que el del consumo masivo, el desprecio por los más débiles y por la cultura, una amnesia generalizada y una competencia a ultranza de todos contra todos. No aceptamos desde ahora en adelante que los principales medios estén controlados por los intereses privados, contrariamente a lo que establece el programa del Consejo Nacional de la Resistencia y las ordenanzas sobre  la prensa de 1944.

Hoy, más que nunca, queremos decirles con afecto a quienes construirán el siglo que apenas comienza: " Crear es resistir. Resistir es crear".

Firmado: Lucie Aubrac, Raymond Aubrac, Henri Bartoli, Daniel Cordier, Philippe Dechartre, Georges Guingouin, Stéphane Hessel, Maurice
Kriegel-Valrimont, Lise London, Georges Séguy, Germaine Tillion, Jean-Pierre Vernant, Maurice Voutey. 


Advertencia: Los documentos publicados no comprometen a la asociación ATTAC salvo mención en contrario. Pueden ser la opinión de grupos temáticos, personas u otras organizaciones. Se trata solamente de aprovechar las experiencias y las ideas disponibles para poder construir  juntos ese otro mundo posible, para reapropiarnos de nuestro porvenir.


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