Silvestre Byrón on Fri, 26 Mar 2004 00:12:01 +0100 (CET)


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[nettime-lat] EAF - 2. LA FEDERACION ARGENTINA DE CINE INDEPENDIENTE


                  EAF – Once Ediciones
           EL MYTHOS DEL CINE EN PASO REDUCIDO

                     
                2. LA FEDERACIÓN ARGENTINA
                  DE CINE INDEPENDIENTE

     COPETE: La producción de paso reducido ha
alcanzado una importancia y una calidad que trasciende
la calificación de “amateur”. Esto ha llevado a la
creación de una Federación Argentina de Cine
Independiente que busca la difusión de una actividad
que es un destacado y promisorio aporte a la cultura
nacional.
     Claudio España. Revista La Nación. Buenos Aires,
9/12/84.

                    TEMPORADA INAUGURAL

     La restauración del elemento democrático en 1983
hizo posible una nueva institución para el paso
reducido. En una sola temporada, la Federación
Argentina de Cine Independiente montó un circuito de
difusión en Super 8 y 16 m/m. En Córdoba hubo catorce
exhibiciones con películas de Cipolletti y Rosario,
Buenos Aires y Córdoba. 

     “Nuestro país ha alcanzado un nivel tan alto e
importante de producción en materia de paso reducido
-señala el cronista- que numerosos festivales en la
capital y ciudades de provincia son la prueba de la
existencia de un significativo grupo de activos
realizadores cuyos nombres apenas trascienden, a pesar
de que sus obras no son concebidas como peliculitas de
fin de semana, sino como productos que merecen ser
mostrados, analizados, discutidos y difundidos.” 
     Ibid. Pág. 35.

     Producir fue el segundo interés de la Federación.
El problema residía en los costos. El paso reducido no
era barato y el dinero tampoco abundaba. Se habían
elevado numerosos petitorios al entonces INC, el
Instituto Nacional de Cinematografía (Lima 319), para
un reconocimiento financiero de la asociación. Esta
gestión se fundamentó en que las películas de paso
reducido también eran una expresión del cine nacional.
Al respecto se habían elaborado una serie de
estrategias tendientes a montar institutos de
cinematografía provinciales descentralizados de Lima
319.
      Más allá de la producción cinematográfica, la
cuestión docente también interesó a los miembros
asociados de la Federación: Centro de Informaciones y
Estudios Cinematográficos, Agrupación de Cineastas de
Córdoba, Cine Club Vanguardia, Cine Boletín y Escuela
de Cine de Avellaneda, entre otros. A su manera, casi
sin presupuesto, suplantaron centros de enseñanza
clausurados por el gobierno anterior. Comenzando por
la Escuela de Cine de La Plata y las de Santa Fe,
Córdoba y Tucumán. Un vocero aseguró que en las
provincias hubo quienes se llevaron implementos de
aquellas escuelas oficiales a sus hogares “porque
entraron a romperlos a taco de fusil”.     
      Federico Nieves (Centro de Informaciones y
Estudios Cinematográficos), Marta de la Vega
(Agrupación de Cineastas de Córdoba), Ernesto Michel
(Cine Club Vanguardia) y Ricardo Artesi (Escuela de
Cine de Avellaneda) describieron el proyecto: 

             PARA QUE LAS CÁMARAS EXPRESEN
              TODA LA IMAGINACIÓN DEL PAÍS

      Las dificultades de “entrar”
      “En el festival de cine independiente, realizado
en enero en el Centro Cultural General San Martín
-informa Nieves-, se presentaron 200 películas. En
total, historiables, debe haber unos 500 títulos,
entre películas de calidad y también malas, como en
toda actividad. En Canal 11 hemos conseguido meternos
de a poquito y presentamos algunas de nuestras
realizaciones en el programa «Nuestro Cine», que
dirige Rubén Aldao. Han tenido buena repercusión.
“Las películas -continúa Federico Nieves- van desde
las de un minuto de duración hasta las de tres horas,
los géneros son documentales, ficción, humor,
animación y documental por reconstrucción. El público
cree que sólo hacemos cortos de 5 o 10 minutos y que
dedicamos a ellos un fin de semana en que no tenemos
otra cosa que hacer.
      “El material en Super 8 es único, a causa de su
proceso: el mismo material con que se filma es a la
vez el negativo y la primera copia. Destruida no queda
nada, si es que el propietario no pudo tirar otra
copia para evitar el desgaste de la primera y, a la
vez, preservarla. La Federación ha previsto el copiado
de algunas muestras valiosas y de películas premiadas
aquí o en el exterior.”
      “En cuanto a las escuelas de cine -ahora, Marta
de la Vega-, nos hemos dirigido al ministro de
Educación para que se produzca la reapertura de las
que se cerraron. La gente del interior interesada en
el cine no tiene más remedio que salir de su provincia
para estudiar. No hay que olvidar, por ejemplo, que el
Departamento de Cine de la Universidad de Tucumán
financió con el Fondo Nacional de las Artes las
películas de Jorge Prelorán, en los años 60.” 

      Institutos provinciales
      “La política actual del Gobierno debe tender a
la formación de institutos de cinematografía
provinciales y no, como sucede, que exista un solo
Instituto Nacional de Cinematografía.” Coinciden todos
en esto.
       Marta de la Vega agrega: “La base de la
Federación es la regionalización; por eso apoya la
federación de los institutos de cinematografía, para
que ellos manejen los fondos destinados a la
producción de películas, a la que también deben tender
las provincias.
      “Sería conveniente que se creara un impuesto al
cine en cada provincia, destinado a la realización de
películas -sugiere Federico Nieves-; por ejemplo, si
en Santa Fe un director quiere hacer un largo
comercial puede dirigirse a un supuesto instituto
provincial para que, después, el Instituto Nacional de
Cinematografía avale el pedido.”
       Se sabe que, con fecha del 27 de diciembre de
1983, la Federación elevó el primer pedido al director
nacional de Cinematografía, Manuel Antín.
       Según Nieves, “le planteamos a Antín el
auspicio por el Instituto de concursos provinciales y
regionales para realizar películas en 16 mm y en Súper
8. El Instituto no tendría que poner un peso, sólo su
auspicio.
       “En Merlo, un (sic) entidad que depende nuestra
Federación está haciendo documentales para la Comuna,
con el auspicio municipal. En el Sur se realizan
documentos fílmicos para preservar la cultura
mapuche.”
        Otro asunto que preocupa es el de la falta de
bocas de salida para estas películas del cine
independiente, viejo tema que las leyes tratan y la
realidad no pone en práctica. “Hay que crear «salas
especiales de arte» -se impone Marta de la Vega-. En
Córdoba hay únicamente una sala especializada. El
resto de las proyecciones las realizamos en cine
clubes, salones de actos de sindicatos y escuelas y
centros vecinales.”

       El público no falta
       Otro de los temas acuciantes es si existe un
público para las manifestaciones de la cinematografía
independiente. “¡Claro que existe! -Todos coinciden en
la exclamación-. En el festival de Cipolletti se
llenaron las salas, y 16.000 personas concurrieron a
la muestra del Centro Cultural San Martín, el año
pasado.
       “Quiero que quede bien claro que, a esta
altura, está absolutamente descartado el
‘amateurismo’: somos profesionales del cine no
profesional”, sonríe Federico Nieves.
       Se nos ocurre que el vídeo ya debe interferir
en las ideas de producción del grupo, como una
posibilidad más entre las que se dan el Súper 8 y los
16 mm. “Si se cumpliera la ley del Comité Federal de
Radiodifusión (Comfer), que establece que un 90 por
ciento de la producción televisiva sea nacional,
podríamos colocar en los canales nuestras
realizaciones, Por ahora, nos conformamos con la ayuda
que nos presta Canal 11, con la difusión de nuestras
películas, en «Nuestro cine»”, sueña Ricardo Artesi.
       Según Ernesto Michel, Elio Marchi, productor de
este programa, les propuso una emisión semanal con
producciones de la Federación...
       “Con respecto al vídeo -tercia Marta-, no llega
a suplantar, por sus mismos costos, al Súper 8. Los
países de América latina de mayor producción en este
paso son Brasil, la Argentina, Venezuela, México y
Colombia, en ese orden. En Cuba, por ejemplo, no hay
súper 8 y, actualmente, se rueda en vídeo, de modo que
el espacio que quedó sin llenar seguramente no lo va a
cubrir el Súper 8. La nueva técnica desplazó
posibilidad (sic).”
        Habitualmente, el cine independiente fue
semillero de directores, fotógrafos, guionistas,
decoradores. ¿Lo sigue siendo? “Un poco menos, porque
los superochistas, por ejemplo, consideran que deben
profesionalizarse dentro de su medio. Eso no impide
que otros... fueran llamados a las filas profesionales
de los 35 milímetros.”
       Lo que más se extraña, seguramente, es una
pedagogia destinada a los interesados en el cine no
profesional. “Sólo hay talleres -se lamenta Marta-,
cine clubes y academias; pero faltan escuelas bien
organizadas y actualizadas Uno de los talleres más
importantes es el que dirige Raúl Bertone, en Rosario.
A sus clases va gente de todo el interior y suplanta,
de alguna manera, a las escuelas que había antes. La
escuela de cine de Avellaneda es otro taller muy
valioso, pero carece casi totalmente de fondos que la
subsidien, a pesar de que cuenta con una gran
inscripción.”
       Sobre el final, Federico Nieves sienta el ideal
que se busca con la realización de cine independiente,
un ideal que está siempre presente, aunque la queja
por falta de fondos y despreocupación oficial parezca
el único móvil del grupo: “Tender a la 
profesionalización dentro del paso y modelo que cada
uno elija, para estar al servicio de la comunidad y
sin perder de vista el concepto artístico ni el placer
por el trabajo”.
       Ibid. Páginas 35 y 39.

                           CONVOCATORIA

        La gente del cine independiente está con
nosotros. Son ellos: Ernesto Michel, Rodolfo Hermida,
Federico Nieves y Julio Real. Bienvenidos a
Convocatoria. ¿Qué es eso del cine independiente?

       Ernesto Michel: Generalmente uno empieza a
hablar de cine independiente por la negativa. Nosotros
vamos a hacerlo por la positiva. La actividad del cine
independiente en la Argentina es muy compleja y muy
grande. En general cuando uno dice cine comercial-cine
industrial es claro. Son películas de largometraje en
35 m/m o en 70 o en 120, según, que se proyectan en
las salas donde la gente paga una entrada más o menos
costosa y la película es de ficción, es decir,
argumental. Entonces es fácil decir cine
comercial-cine industrial. Con el cine independiente
la cosa se hace un poco más compleja en cuanto
pregunta la gente porque “independiente” ¿de qué?
Nosotros queremos decir que el cine independiente en
la República Argentina es una actividad cultural y
artística hecha por gente con nivel profesional, o que
se está capacitando para ser profesional, que hace
películas básicamente de servicio a la comunidad, que
hace básicamente películas regionales, que es un cine
que se hace en todo el país. En Súper 8 en 16, en 35
m/m y aunque pueda parecer una cosa contradictoria
ahora, también en video. Que hace mucha gente que está
trabajando en muchas partes con medios muy precarios.
Con dificultades pero con capacidad creativa.
Básicamente entonces es un cine que tiene la intención
de servir a la comunidad. Hecho por gente profesional,
o por gente que se está capacitando para serlo, y a su
vez, que se hace en todo el país. Como elementos
agregados el cine independiente argentino no debe
confundirse con el cine de aficionados. Con el cine de
un señor que se compró una camarita en la época de los
dólares baratos y filma a la nena o al cumpleaños de
la abuelita o su viaje a cualquier lugar. Esa gente
tiene todo el derecho a hacer su película pero no es
lo que nosotros llamamos cine independiente. Nosotros
queremos ser profesionales del cine. Incluso vivir del
cine. Lo que pasa es que no están para nosotros ni los
parámetros ni las pautas del cine comercial. Este es
un aspecto importante. Y otra cosa que queremos
señalar y es algo que se nos critica mucho. Se dice la
gente que hace cine independiente tiene escondido
siempre el hecho de utilizar esa actividad para
terminar siendo realizador de largometraje. Esto es
una mentira. La mayoría de los realizadores quiere
hacer su profesión habitual del cine independiente.
Filmar en 16, en Súper 8, en 35; corto, medio, largo;
argumental, documental; de cualquier género. Pero
trabajando sobre esa línea. Y no tienen la intención
de utilizar esto, para “serrucharle el piso” a nadie,
como dijo un director bastante conocido, una cosa
totalmente ridícula. Y lo más importante para
destacar, es el aspecto regional. El cine
independiente hace desde hace muchos años esto, el
regionalismo, sin alharaca, sin grandes costos,
tratando de registrar en cada lugar, con gente de ese
lugar, las costumbres, las características, los
problemas, documentando esos lugares. Esto así, muy
generalizado, es lo que para nosotros es el cine
independiente.

       Rodolfo Hermida: Podemos decir que de casi
todos estos últimos años y aún en los años terribles
en la dictadura militar el cine independiente recogió
lo que no se veía en el cine ni en la TV. El país
olvidado, el país marginado. Las villas miserias, los
problemas sociales, los problemas testimoniales.
Aunque hay películas de ficción. Pero siempre fue un
cine mucho más desenfadado y aún en los peores
momentos de censura en el país. Decimos que sí. Hay un
cine testimonial. Pero también hay un cine de ficción.
Un cine inquieto. También hay un cine experimental.
Bueno, en el caso mío, es decir, yo soy rector de una
de las escuelas oficiales de cine, de esfera
municipal, donde estamos tratando de formar
integralmente a un montón de muchachos que se acercan
cada vez más a las escuelas tratar de hacer un cine
diferente, quizás más “nacional”. Nuestra escuela
tiene cerca de trescientas personas y no es sólo
nuestra escuela. Hoy en día existen varias escuelas en
diferentes niveles. Provinciales, como el Departamento
de Cine de Santa Fe, de la Universidad de Tucumán, de
la Universidad de Comahue; talleres de cine privados,
como la Panamericana de Arte, como el Taller
Experimental de Cine; la escuela municipal de Vicente
López; como la Comisión de Reapertura en la
Universidad de La Plata, como la Comisión de
Reapertura en la Universidad de Santa Fe, como la
Comisión de Reapertura en la Universidad de San Luis;
como los proyectos de la escuela de cine provincial de
Córdoba; como el departamento de cine de la
Universidad de Cuyo. Es decir, es complejísimo. No
existe mucha posibilidad de explicar esta complejidad
que existe en el país en medio de una tierra arrasada
por la dictadura militar. Que se la tomaron
empecinadamente con las escuelas de arte y en
particular con las escuelas de cine. Cerraron
especialmente La Plata, cerraron Tucumán, cerraron
Córdoba, cerraron Santa Fe. Siempre pensaban que las
escuelas de cine eran cuevas de subversivos. Por eso
digamos que en este período de reconstrucción y
restablecimiento de la democracia, que existe una
prioridad muy importante a nivel de política de
cultura cinematográfica. El restablecimiento y
reapertura del todas las universidades dedicadas al
cine, de todas las municipalidades o todas las esferas
provinciales. Lo mismo el apoyo crediticio,
subsidiante, de parte del INC o la Secretaría de
Cultura, a todas estas escuelas de cine. Porque acá se
está jugando un poco el futuro del cine nacional. ¿Qué
pasa con nuestro destino cinematográfico, con los
falsos mitos y con una postura exitista sobre el cine?
Hoy en día, a nivel internacional la mayoría de todos
los países tienen escuelas de cine y de ahí salen los
realizadores. O tienen real independencia donde el
Estado los apoya y así surgió el joven cine alemán. Es
decir, nuestra escuela es muy sensible y es parte del
cine independiente. No queremos un cine opuesto. Cine
independiente versus cine comercial nacional. Nosotros
queremos hacer cine dentro de cualquier forma.
Tecnología y formas de exhibir hay varias. Sólo
podemos hacer las que tenemos a mano. Filmar en Súper
8 en videocassette en 16 m/m porque no existe todavía
una ley del cortometraje que propicie fomente y ayude
a los realizadores independientes. No existen
demasiadas posibilidades para que un egresado de una
escuela de cine se transforme en un profesional. No
existe una política adecuada para un cine al servicio
de la comunidad. Educativo, cultural, antropológico o
didáctico. No existe una política cultural integral.
No importa de que departamento dependa esta política
cultural, sino del poder ejecutivo. A través de sus
diferentes organismos. El Instituto Nacional de
Cinematografía, el Fondo Nacional de las Artes. El INC
está empezando a considerar esto pero no es
suficiente. Nosotros consideramos que debe haber un
esclarecimiento mayor de parte de todas las
autoridades. Que es un cine al servicio de toda la
comunidad y que es un semillero para todos los nuevos
realizadores del joven cine argentino en cuanto al
cine de ficción. El cortometraje es el ideal en
términos económicos por la situación crítica en que
está el país como para poder encarar. El INC está
encarando un plan de documentales y argumentales de
cortometrajes a nivel subsidio, un plan regional. Pero
considero que es insuficiente porque van a ser
subsidiados pero no van a tener cuota de pantalla. No
va ha haber una recuperación. Entonces es importante
el debate y la discusión pública de nuevos
anteproyectos de una ley de cinematografía, de una ley
de teledifusión que regule por fin y tenga un umbral
legal para proteger, fomentar y subsidiar la
cinematografía y la televisión nacional.

       Federico Nieves: Yo soy el secretario de la
Federación Argentina de Cine Independiente que es una
entidad fresquita, nacimos el 17 de diciembre de 1983,
y la experiencia ha sido muy interesante aunque en
estos momentos estamos en una especie de
reestructuración porque hay muchas dificultades que
parten en algunas personas que son proclives a
trabajar en forma individual, hay entidades que
resultan muy difíciles, en algunos casos, por su
propia ideología, en otras por las características, de
hacer una integración mayor. Nosotros hemos detectado
alrededor de cien entidades en todo el país y unas
cuatro mil personas entre realizadores, estudiantes,
profesores, cineclubistas, socios y este aspecto para
nosotros es importante en cuanto a definir que esa
actividad es constante y permanente, con grandes
dificultades, Estamos en la búsqueda de alguna forma
legal de racionalizar y organizar esta cuestión. La
ley actual de cinematografía que es una especie de
remiendo de leyes anteriores de pedazos que fueron
sacados y pegados sin ton ni son, una ley que no
resiste el más mínimo análisis, parece que algunas
personas, incluso del ambiente cinematográfico,
prefieren mantenerla cuando nuestro criterio es que
debe haber una forma sustancial y nueva, totalmente
distinta, donde haya un capítulo dedicado a cada
actividad del cine al servicio de la comunidad, porque
ya dejaría de llamarse independiente, no por subsidios
o créditos, sino que es una actividad que en cualquier
país normal o civilizado existe como actividad
permanente. Ponemos como solo ejemplo al Canadá, que
no tiene una infraestructura de cine de largometraje
comercial pero tiene una actividad cinematográfica tan
intensa y tan importante dada a través de eso. Además,
de algo que es la regionalización. Canadá es un país
de características muy particulares, divido en dos
parte. Pero Alemania e Inglaterra, Suecia, la Unión
Sovietica y todas sus repúblicas, tienen un cine
regional que trata de desarrollar esa actividad en
forma local. Y una de las cosas que nosotros
pretendemos, lo hemos dicho en un comunicado que
lamentablemente ningún diario publicó, que esta
recuperación del diez por ciento de los fondos de
fomento del cine no se haya tenido en cuenta -y se
debatió en la Cámara de Diputados y los diputados
votaron en contra del artículo 2- que esos recursos
volvieran al lugar de origen. Si el sesenta por ciento
de la exhibición cinematográfica es en el interior del
país y por lo tanto los recursos se generan por la
gente que paga la entrada en el interior del país, lo
menos que se pueda hacer es que parte de esos fondos,
sino todos, sean destinados al fomento del cine en
cada lugar. Nosotros no consideramos, por ser como una
forma muy abierta de colonialismo, que sea la Capital
Federal o el INC quien abra sucursales en cada
provincia. Cada provincia debe tener sus propios
organismos. Hay un proyecto de sucursales de la
escuela de cine del INC para el interior del país. Y
creo que no. Que en cada lugar hay suficientes
elementos y gente capacitada para hacer sus propios
institutos y definir cual es el perfil cinematográfico
y la enseñanza. Lo que nosotros queremos hacer a
través de la Federación es básicamente coordinar y que
se enteren las distintas instituciones en un país tan
vasto y deshabitado como el nuestro, para intercambiar
experiencias. Pero vamos a pelear permanentemente para
evitar que se centralice todo en la Capital Federal y
que el proyecto de cine, de todo el cine argentino,
pase exclusivamente por quince o veinte películas
comerciales de largometraje que tienen su calidad,
pero nosotros queremos tener el espacio nuestro y
tenemos el derecho. Nos lo merecemos por todas las
cosas que hemos hecho hasta ahora ¿no?.   
      Nelson Castro. Convocatoria. LS1 Municipal AM
710 kHz. Buenos Aires, 25/3/85.

     1ª Ed. Internet: Geocities.com/eaf_underground;
1/4/01 
                         EAF/2004.-
      http://www.geocities.com/eaf_underground
      http://www.geocities.com/eaf_iniciacion


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