[nettime-lat] Consorcio Mundial Alternativo, SA

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Consorcio Mundial Alternativo, SA.

Ralph Nader, candidato a la Presidencia de los EE UU ha pedido a lo
largo de su campaña el desmantelamiento de la Organización Mundial de
Comercio y el cerrojazo definitivo a la filosofía de ‘todo en venta’.
Ralph es más cauto con el Banco Mundial y el FMI y solicita su
reconversión en instituciones más eficientes en la reducción de las
distancias entre Norte y Sur.

Me gustaría detenerme en lo que tiene de atinado y a la vez de
contradictorio dicha estrategia y desparramar algunas reflexiones sobre
lo que me parece la ‘criptográfica respuesta alternativa mundial’ más
parecida a un Consorcio Mundial Alternativo, SA (Sociedad Anónima).

GLOBALIDAD
La respuesta a las multinacionales y su perspectiva económica
(dinero-más dinero como única bandera de la Humanidad) se está dando en
claves de globalidad. Los distintos movimientos alternativos de los
distintos continentes y las más variadas naciones se citan para advertir
a órganos internacionales de que existen más puntos de vista. Y se está
dando en claves de globalidad y no de antiglobalidad porque la
tecnología IP nos permite que así sea.

¿Y qué tiene de malo que la respuesta a la perspectiva económica
representada por los organismos internacionales y la multinacionales se
esté dando en claves de globalidad? Nada tiene de malo, absolutamente
nada. Recuerdo, tan solo, que se esta dando en claves de globalidad y no
de antiglobalidad, lo que le hace más eficiente.

¿Por qué, entonces, los movimientos alternativos se dejan agrupar bajo
el paraguas de la antiglobalidad? Sinceramente no lo sé, no lo
comprendo. La tecnología IP, intrínsecamente global, irreversiblemente
global, saludablemente global, hace posible no solo intercambios
comerciales mundiales, la parte más anecdótica de la tecnología IP, sino
y también y sobre todo transacciones no lucrativas de información,
conocimiento y habilidades. ¿Puede la Humanidad implantar y extender
dicha tecnología, puede realizar la globalidad confiandose a la
autoregulación? ¿Acaso el mercado es capaz de autoregularse? Mi opinión
es que son necesarios organismos internacionales menos burocráticos que
los actuales (ONU, Unesco...) que se ocupen de facilitar las
transaciones no lucrativas a escala planetaria. ¿Y qué pasa con las
lucrativas?. Hasta la fecha lo que sí sabemos es que el punto de vista
de las multinacionales es el único y arroja demasiadas dudas.

¿Dejarán de existir las transacciones lucrativas en el futuro? No. La
transacción incluso cuando no es lucrativa se produce si alguna parte
obtiene una ventaja, un lucro, en información, en conocimiento o en
habilidades. En mi alrededor, un alrededor grande, encuentro a personas
que constantemente trasiegan con información y habilidades de las que se
deduce una posición de manera espontánea en la comunidad.

Quiero decir que no veo la posibilidad y aún menos la conveniencia de
dejar de ser globales. No entiendo como se puede desertar con tanta
facilidad de la condición de miembros de la misma especie, beneficiarios
y víctimas al mismo tiempo de un modelo de vida (dinero-más dinero)
bastante incongruente a escala planetaria.

Resumiendo: hay que ser globales y no antiglobales sin demérito de
nuestra participación y defensa de las distintas comunidades a las que
todos pertenecemos. ‘Pensar globalmente actuar localmente’. Tenemos que
acostumbrarnos a pensar en términos de especie.

TRANSPARENCIA
La sociedad de la información es realizable si se produce la
transferencia de información crítica entre las partes; si se produce la
transferencia de información relevante entre las partes; si se entierra
el paradigma de la información corporativa, anónima, fría, distante, que
tiende tanto al infinito como a cero. Como ejemplo de lo que expongo, la
posibilidad, enunciada por los documentos que han alumbrado el Tribunal
Penal Internacional, de crear la figura de la responsabilidad penal
colectiva (un consejo de administración, un gobierno, una ejecutiva de
un partido u organización), asunto tabú hasta nuestros días. La
responsabilidad penal siempre ha sido individual para todos los códigos
penales del mundo en cualquier circunstancia histórica e ideológica.

¿Cómo se puede reivindicar al mismo tiempo transparencia y privacidad?
Transparencia para el resto y privacidad para mí, escondido detrás de
unas siglas, un seudónimo o un alias. ¿Es posible luchar a favor de la
transparencia desde el anonimato y la opacidad? No, es imposible. Se
lucha a favor de la transparencia asumiendo los riesgos del ejemplo,
asumiendo los riesgos de la transferencia de información propia crítica.

No puedo sacudirme la impresión de que la lucha contra la perspectiva
económica (dinero-más dinero), una perspectiva raquítica, escasa de
miras, generadora de abismos, opaca, anónima, corporativa, oscurantista
por definición, la estamos librando desde un Consorcio Alternativo
Mundial que funciona de manera simétrica, es decir opaca, todos ocultos
detrás de la criptografía y que funciona de manera simétricamente
corporativa. Se trata de una lucha donde los contendientes pretenden ser
iguales y librarlas con las mismas armas: ocultamiento, encriptación,
misterio, asalto, guerrilla, trincheras y agujeros.

¿Qué es eso de guerra de guerrillas contra el sistema, embozados,
alternativos, opacos, para no poner en peligro nuestras respectivas
posiciones particulares? ¿Parece más la revuelta de las clases pudientes
dispuestas a todo menos a lo sustantivo, a arriesgar sus respectivas
posiciones personales?  ¿Para qué sirve un montaje tan infantil, a un
lado los buenos y al otro los malos, tal cual un guión de película de
serie B?

EL PREDOMINIO DE LO ‘ANTI’
‘No sé lo que quiero pero si sé lo que no quiero’. Es como no saber nada
pero a nadie parece importarle. Empiezo a estar harto de la revuelta
‘anti’ como espectáculo para consumo de nuestros papís que nos
contemplan en la tele desde sus saloncitos de estar; de la revuelta
‘anti’ para llamar la atención de los editorialistas de la prensa
clásica. La revuelta ‘anti’ para embravar a las policías mundiales.
¿Cuánto tiempo tardará en cotizar en el Nasdaq la revuelta anti’? ¿De
verdad, alguien piensa que es decisorio, siquiera para algo, llamar la
atención de nuestros papis o de la prensa carcamal mundial a partir del
espectáculo ‘anti’?

El verdadero debate no está, es mi opinión, en la defensa de la
privacidad, en la promoción de la criptografía o en la lucha
antiglobalización; el verdadero debate está en la defensa de la
transparencia, en el ejercicio responsable de la globalidad y en la
construcción consciente de alternativas reales, verídicas a la
perspectiva económica (dinero-más dinero). El trabajo no consiste en
asaltar las primeras páginas de la prensa carcamal mundial, puesto que
para nada sirve, el trabajo reside en construir medios alternativos
sólidos que puedan sustituir a los detritus-media hoy conocidos;
sustituirlos por otros más sensatos, más sólidos, un poco más
encuerpados y sobre todos menos propagandistas e ideológicos. Hay que
iniciar el trabajo de sustitución. ¿De qué sirve llamar la atención de
alguien que voluntaria y conscientemente te considera espectáculo y no
está dispuesto a hacer entrar en crisis ni siquiera un pedazito de sus
convicciones y sistema de vida?. La respuesta más práctica es robarles
la clientela, poco a poco, sin más. Los sociodramas y los psicodramas a
realizar me temo que son otros, de muy distinta naturaleza, muy
distintos a cercar a los representantes de un organismo mundial con un
juegecito ortopédico y deminónico de guerra de guerrillas, si lo que se
quiere es atraer a otras generaciones y expandir nuestros puntos de
vista. Me parece que no es guerra de inteligencias lo que hay que hacer.
Por la sencilla razón de que en la otra parte no hay inteligencia, hay
lo de siempre, la pesadez de la costumbre. ¿Pudiera ocurrir que se acude
a la guerra de inteligencias, guerra de guerrillas, porque en las dos
partes pesa en exceso la pesadez de la costumbre? Me temo que sí.

La metafora marxiana que alimenta la revuelta ‘anti’ es bien conocida;
‘el estado policial regido por la élite económica’. Los ‘anti’ con su
antiglobalización parecen luchar, en esencia, contra la red Echelon, el
FBI y todos los sistemas de inteligencia del mundo, trabajando sin
descanso para la élite económica.  Se yerra el tiro y se quema demasiada
energía. Las alternativas tiene que ser más constructivas y reales. El
jueguecito ‘Anti’ de élites contra élites, de gladiadores contra
gladiadores, tiene un cierto olor a podrido, a rancio, a viejo y mohoso;
tiene un cierto tufillo nostálgico a mayo del 68; tiene ese toque de
retromovimiento de liberación nacional de diseño; tiene todo ese aire de
vodevil y esperpento, esa costra progresista y ese toque petardero de
gente que se aburre, confortablemente instalada en los estereotipos que
van de la nada hasta lo mismo.

Siempre e imaginado a los chicos de ETA después que comerse unos lomos
de merluza con cocochas en salsa verde, proponerse, ‘nos hacemos unas
nucas (tiro en la nuca) antes de echar una siesta’. Sirva como ejemplo
de lo que yo llamo retromovimiento de liberación nacional de diseño. Del
mismo modo no me cuesta ningún trabajo imaginar al movimiento ‘anti’
patrocinado por CocaCola, Reanult, France Telecom o Microsoft.

Lo ‘anti’ da por supuesto que sólo se existe si se existe contra alguién
y eso amigos es mucho suponer.

‘tic... ‘tic... ‘tic...



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